domingo, 14 de abril de 2013

De Lugares...


Siempre que pensamos en un lugar, nos imaginamos un espacio físico que cumple con determinadas características de ubicación, de geografía, pero olvidamos el otro cincuenta porciento de la definición, que es el tiempo.

El concepto de "lugar" entonces, responderá a la combinación entre un espacio geográfico y un momento determinado. Para graficar mejor la idea, basta con imaginar una proyección temporal a futuro o a pasado: Es posible que alguna vez, el punto exacto donde nos encontramos haya sido atravesado por una estampida de dinosaurios, o quizá fue la base de una montaña, o un punto en medio de un mar.

A futuro, podemos decir que "el lugar donde estamos", podría ser otra cosa, si las paredes son derribadas para modificar el espacio, y sin ir más lejos, sólo cambiando los muebles de posición estamos generando un nuevo lugar, sin cambiar la estructura edilicia.

El concepto de lugar, corresponde al de una foto, que retrata para siempre un punto determinado en un tiempo congelado.

Es por esto mismo que uno puede irse de su lugar favorito por años y al volver se sienta ajeno, extranjero, porque pueden permanecer muchas cosas de nuestro sitio, pero a veces, los mínimos cambios, de limpieza, de pintura, de descuido o de un orden distinto, destruyen al lugar, lo mutan y caemos en la realidad que nos golpea diciendo que ese espacio ya no existe más.

Sin ir más lejos, el movimiento constante del planeta y del universo en general hacen que cada segundo se modifique el espacio (al igual que se modifica el tiempo constantemente, aunque a niveles tan grandes que no podemos percibir, siendo solo partículas diminutas).

Sólo queda la nostalgia de algún recuerdo, y con suerte, varias fotos que intentaremos recolectar para cerrar los ojos y respirar de nuevo el aire y sentir que estamos nuevamente en el lugar que ahora ha desaparecido del universo para siempre.