sábado, 12 de junio de 2010

Yo quería las estrellitas...

(nota mental: esta va a ser una de las MUY pocas veces que escriba sin ganas de escribir)

Visto que este mundo está repodrido y dividido en dos, como dirían allá en los setenta dos grandes cantautores del rock nacional argentino, que la tecnología avanza y un mes que no nos actualizamos parece que hayamos perdido el hilo de la vida y que nuestro ya inservible iphone 3G es usado como pisapapeles, mientras que dejamos de comprar papel higiénico del acolchado para ahorrar para el 4G, sin quitar el ojo del 5G que no debe estar lejos, aquí, TODOS los que trabajamos en este blog (si, somos muchos. Algún día voy a escribir algo sobre mi multipolaridad) vimos necesario un avance tecnológico para poder mantenernos a flote en este mar de aguas turbias, en el que navegábamos con una pequeña balsa hecha de cartapesta y atún. Ese avance del que hablamos, es el ansiado sistema de puntuación para los posts que funciona con cinco estrellitas para calificar la calidad del mismo. De izquierda a derecha, podemos darle una cantidad de estrellas a una nota, para decir si es mala (una) o si fue lo mejor que te pasó en la vida (cinco) y te gustaría inmolarte en algún supermercado chino leyéndola, en honor a Alá.

En busca de este nuevo implemento para el blog, pasaron muchas cosas. Primero, se trató de buscar por el modo difícil: Programación. NO WAY JOSÉ.
Luego, encontré en una página, que los señores de Blogger lo estaban desarrollando, y que aún se encontraba en período de prueba. Lo intenté. Funcionó.

Actualicé la página. Dejó de funcionar. (No apareció más). En ese momento, me volví el Señor Manija de las Estrellitas. Busqué, busqué, busqué y busqué, y no pude volver a encontrar aquellas preciadas estrellitas que darían calificación a los posts de este blog. Fue entonces que empecé a meterme en lugares inóspitos (si va con h intermedia, perdón) y a revisar cosas que podrían llevarme a ellas. Cambié la plantilla. No funcionó. Cambié las estructuras. Tampoco. Empecé a tocar por ahí... y puse una linda botonera para compartir en distintos sitios de redes sociales, como Facebook, Twitter, Gmail y TuViej.

Luego, encontré un sistema de checkboxs, que pudieron saciar mi sed -por el momento- de estrellitas, visto que ya es la una y pico de la mañana y el sábado del primer partido del mundial me aclama temprano (no porque quiera ver el partido, sino por mis obligaciones sabadísticas) y debo dormir en algún punto del espacio-tiempo en el que resido. En fin... este sistema de clicks, tiene opciones:

Lloré: Si el post te causó aburrimiento tal que lloraste o le pegaste en las bolas a alguien porque no te gustó.
Nada: Es si sentiste que eras una especie de cascote insensible y el post no te movió ni aunque mahoma no fuera hacia vos.
Reí: Esbozaste una pequeña sonrisa. No digas que no.
Exploté: Ingresaste en una especie de Nirvana, en el que sentiste que te caías desde un tercer piso hacia una pileta llena de gelatina de colores con pedacitos de manzana (nunca lo probé, pero quiero xD)

Usen este sistema, así me pongo contento de que entra alguien aca! :)
(Gracias a los que leen en facebook y dejan sus opiniones y me insultan tal vez)


Y nada... gracias a estos pequeños cambios, uno de los productos de mi gran innovación tecnológica fue la pérdida del contador que estaba abajo de todo. No funciona. Is dead. Finito. Puto. Así que por el momento olvídense de notas como "mil" o como "tu vieja arriba de una chocotorta", porque no me sé cuántos entraron :( Desventaja atroz: Si pongo un contador nuevo, empezará de cero. Y no voy a poder presumir mis mil doscientas visitas!!! AAAAAAAAAAAAAAAAAAAAA

Yo quería las estrellitas....


Me despido, indignado.

:(


Estoy triste.




http://paradoenelabismo.blogspot.com