jueves, 27 de junio de 2013

Un Susto

Un ejecutivo volvía a su casa manejando su auto, cuando a pocos metros de la entrada, ve un hombre sospechoso, todo vestido de negro, y parado en su lugar, sin moverse. Atento a esto, decide llamar a la policía, que no tarda en llegar al lugar y bajo las acusaciones infundadas del ejecutivo, van todos a la comisaría a declarar.

"Yo estaba llegando a mi casa, y lo vi en actitud sospechosa, así que informé a la policía lo antes posible para evitar una desgracia..." decía el ejecutivo al policía que le tomaba la denuncia. Del fondo, esposado, grita el acusado "¡Pero si no estaba haciendo nada!". El ejecutivo se da vuelta y le dice "no hiciste nada, pero estabas a punto de hacerlo. Yo conozco a la gente como vos... ya ha pasado en el barrio antes".

Enojado, el acusado grita "a ver, digame por qué me está acusando, no tengo armas, ni drogas, ni antecedentes, llevo mis documentos en el bolsillo...".

"Es fácil", dijo el ejecutivo con aire sobrador... "estabas todo vestido de negro, con la cara tapada, esperando en la esquina de mi casa".

"Disculpe, pero usted es un idiota" dijo el acusado, y continuó: "Estoy abrigado por el frío que hace afuera, que usted, dentro de su auto con calefacción no siente. Me tapo la cara para no resfriarme y tener que pagar remedios, y estaba en esa esquina esperando el colectivo, que evidentemente usted nunca toma porque se maneja en auto todo el tiempo".

"¿Y por qué vestido de negro? ¡Eso sí es sospechoso!" afirmó el ejecutivo.

El acusado sonrió y dijo "¿acaso no puedo elegir el color de mi ropa? Si vamos al caso, el color no es lo que importa, porque usted también está vestido de negro", dijo señalando al ejecutivo que vestía unos caros zapatos negros, pantalón de vestir del mismo color y una camisa blanca, que se dejaba entrever a través del saco de marca negro que la cubría.

Los policías se miraron entre sí, e inmediatamente liberaron al acusado, para esposar al ejecutivo y darle por lo menos una noche de alojamiento en el frío de una oscura celda, para darle la bienvenida al mundo real.