viernes, 16 de enero de 2015

En un silencio

Casi no te puedo ni hablar, porque estás tan lejos como la mayoría del tiempo. Estás quieta, pero avanzas a velocidades increíbles, recorrés mil universos y volvés, tan distante, con tantos idiomas, tantas imágenes, que volvés a desaparecer como desaparece la niebla con el sol, como se van disolviendo las lunas nuevas.

De repente no entrás en vos, sos otra, sos vos, sos miles. Y ahí estás, como un maniquí desnudo, plástico, no entrás en mi. Ya no cabés en la casa, en la manzana, excedés. Me desmembrarías si sólo intentaras verme. O tal vez me desmembraría yo, sólo por poder verte.

No se, tal vez sea mejor quedarnos callados.