martes, 4 de septiembre de 2012

Un Texto Como La Gente


Estamos acostumbrados en nuestra cotidianeidad, a decir y aceptar ciertas frases armadas, que tomamos sin pensarlas o sin profundizar en ellas.

Resulta que cebamos un mate mediocre, y se nos tapó la bombilla (como suele pasarme el 99,9% de las veces que preparo mate), cuando uno de la ronda, intentando tomar, nos dice "Dejá que voy a armar un mate como la gente". Y ahí es cuando queda esta pequeña frase de tres palabras que se puede anexar a casi todo, que es "Como la gente".

Pero... ¿Qué es ser como la gente?

Palo Pandolfo, dice junto a Los Visitantes "La gente no sabe y miente, inventa y fabrica tanta trampa".

Entonces, ¿vas a armar un mate inventado, con trampas?

Como tengo menos filantropía que una piedra, podría decir con total convencimiento que odio a la gente tanto como odio golpearme el dedo chiquito del pie con la puerta cuando busco un vaso de agua por la noche.

Entonces, ¿Por qué queremos que todo se haga como la gente? ¡Si la gente hace todo mal!

O peor aún... si me dicen que haga algo como la gente, ¿Significa que no soy gente? Está bien que los odie a todos, pero aunque se me tape el mate, seguiré siendo, desgraciadamente, una persona.

Creemos que somos gente que no hace cosas como la gente. ¡Pero en realidad sí las hacemos como la gente!

Usamos las cosas mal, atamos con alambre, miramos a la hermana de nuestro mejor amigo, somos desorganizados, no podemos evitar pasar el dedo por una torta llena de crema minutos antes de cantar el feliz cumpleaños, tratamos de poner un fitito a 200km/h, usamos anteojos de sol en lugar de casco cuando andamos en moto, y nos preocupamos más por llegar temprano al trabajo que por dormir cinco minutos más.

Si eso es hacer las cosas como la gente, ¡espero reencarnar pronto en una babosa, y hacer las cosas como las babosas!