jueves, 29 de diciembre de 2011

Nota Editorial #6

PLAN DE DOMINACIÓN MUNDIAL INICIADO


Con este título en bold y cuerpo enorme me enorgullece presentar y dar la bienvenida al año nuevo que comienza, informando que la profecía Maya para el 2012, si bien es cierta, está algo equivocada. No se trata del fin del mundo, sino que esperamos una nueva etapa para la humanidad.


El abismo está tomando las calles de a poco, mezclándose con la gente e interactuando con ella. Pocos son los que se resisten a tal ofrecimiento. Después de todo, quién puede no agarrar algo que está en la calle y dice AGARRAME?


He aquí, les dejo ser partícipes de lo que es la primera etapa del plan de dominación mundial del abismo:
(Clickeen las imágenes para verlas grandotas!)






Como lo han visto, ya salieron los primeros libritos abismales, disponibles en distintos puntos del orden público, alterando el paisaje y a los ciudadanos, sobre todo los mayores de 70.

El pequeño ejemplar tiene tres historias que también pueden encontrar en el blog:

Todas ellas ilustradas por Tuerquita.


Se están gestando un par más, próximos a salir de cara a la dominación mundial el año que sucede al presente, asfixiando las calles y tiñiéndolas de un pintoresto celeste y blanco, que mucho dista del patriotismo y más se asemeja a lo que no tiene que ver con nada.

Si alguno desea obtener de buena fe alguno de estos gratuitos ejemplares, y colaborar con la abismal dominación mundial de este 2012, enviá un mail a info@paradoenelabismo.com.ar

O por cualquier otra cosa, info@paradoenelabismo.com.ar (ahora que tengo mail debo usarlo!)

Perdonen por las espontáneas desapariciones, pero tuve un par de materias que destruir. 

Les deseo una feliz invasión mundial para el año que entra, y mucha Reino de Castilla para todos!

Salud!!!!!

miércoles, 21 de diciembre de 2011

Pregunta Cósmica

La gente con múltiples personalidades, ¿puede ser considerada una multitud?

sábado, 17 de diciembre de 2011

El Día de la Muerte


Luego de tanta violencia en el mundo y para que todos los seres humanos tuviéran su momento de descarga, entre varias organizaciones de alto poder y con la aceptación de todos los países del mundo, se creó el día mundial de la muerte.

Ese día el gobierno de cada país, de cada provincia o estado, de cada localidad y de cada municipio, entrega un arma con una sóla bala a cada habitante, quien tiene derecho a usarla contra otro ser humano, cualquiera sea la causa, con total inmunidad policial y de cualquier tipo.

Teniendo en cuenta que todo el mundo se quejaba, pero a su vez todos querían eliminar del mundo a alguien, el proyecto fue practicado por todos a pesar de sus negativas. Por ende ese año la población bajó a la mitad. Al año siguiente, se volvió a repetir la actividad y gracias a deseos de venganza por el año anterior, la celebración del día de la muerte se hizo más intensa. Para las cuatro de la tarde todos habían matado ya a su candidato. La población mundial volvió a cortarse a la mitad.

Pasados unos años, y ya cegados por la ira y la libertad, la población había quedado en sólo dos personas: Una que vivía en América y otra de Oceanía. Al no tener otras personas que los ayuden a transportarse, se valieron de sus propios medios para encontrarse, sin ni siquiera conocerse, sólo por el hecho de que tenían la posibilidad de ejecutar a alguien. Cuando por fin se encontraban frente a frente a unos diez metros, y antes de que pudieran sacar sus respectivas armas, ambos murieron de fatiga, causada por el arduo viaje que habían emprendido.

La celebración del día de la muerte había llegado a su fin.

viernes, 9 de diciembre de 2011

Discordia


Ruth le pincha el ojo con un alfiler. Primero es una niña y luego es un monstruo. Emana situaciones de discordia. Trata de vencer a los caballos que corren prados sin pensar. Trata de aislarse y desvanecer.

Ruth le pinchaba el ojo con un alfiler. Destellaba fugaces dolores fugaces. Rayos de sonido. Luego todo era confuso, se hizo humo. Dispersaban malheridos al pasar los camiones. El monstruo reaccionó.

Ruth le pinchará el ojo con un alfiler. Misma cara, mismos gestos. Sinuosidades de un escalpelo por cortar. La carne se hará sangre. Gritarán melancolías. Estornudarán.

Ruth le habría pinchado el ojo con un alfiler. Manos habrían zarpado muelles por nacer. Situaciones. Condiciones ilimitadas. El ambiente húmedo habría desintegrado sus cristales. Crisálidas de aire. El monstruo habría dormido.

Ruth jamás le pinchó el ojo con un alfiler.

jueves, 1 de diciembre de 2011

Encendedores

Entramos al pequeño departamento, yo con los cuadernos abajo del brazo, ella con las llaves aún tintineando en su mano. Era un departamento chico con un par de habitaciones, aunque ella vivía sola hacía muchos años. Me ofreció tomar algo, pero le dije que no, puesto que ya había almorzado hacía menos de media hora.

Entonces me invitó a pasar a su habitación, donde estudiaríamos historia de un siglo que no quiero recordar, no porque haya sido un siglo malo, sino que en este momento no estoy en condiciones de recordar hechos históricos, más que el que continúa en estas líneas.

Pasando por un pasillo angosto de paredes pintadas con cal, una puerta entreabierta llamó mi atención y me desvié para ver de qué se trataba. Abrí un poco más la puerta y la luz de la ventana me dejó ver miles de pedazos de plástico traslúcido en el piso. Había de distintos colores: Rojo, azul, violeta, naranja, entre otros. También había unas marcas raras en las paredes, como de pequeñas salpicaduras o manchas.

Me agaché para agarrar un pedacito de plástico y lo miré detenidamente. Me resultaba extrañamente conocido, pero no podía recordar de dónde venía. Hasta que por fin vi en el suelo una ruedita que reconocí indudablemente. Cuando la estaba por levantar, ella apareció por la puerta con una sonrisa, y me dijo de qué se trataba.

"De chica voy a recitales, me encanta sentir cada segundo que estoy entre la música, la gente, el calor, el éxtasis de la verborragia de notas cayendo ante una exhausta multitud que agoniza pidiendo más. Cuando tenía 16 años volví muy indignada de ver una banda que amaba en esa época, porque no habían tocado la canción que más me gustaba, por tocar otras de sus nuevos discos que no me gustaban tanto. Tal era mi enojo, que volví a casa y me encerré en esta misma habitación, donde solía ser un pequeño lugar de estudio. Como no podía soportarlo, me enfurecí estando acá adentro, y saqué de mi bolsillo el encendedor que llevaba -porque fumaba ya desde esa edad- y que había prendido en el recital en un par de temas lentos que lo ameritaban. Sentía tanta ira que lo arrojé completamente lleno contra la pared, e hizo una explosión después de la cual inmediamente empezó a sonar el tema que no habían tocado por la radio de uno de los vecinos. ¿Coincidencia o equilibrio del karma? Ni siquiera se me ocurrió meditarlo. Disfruté del tema como si aún estuviera en el recital, moviendo la cabeza, cantando. Cuando la canción terminó, sentí un alivio, como si de repente mi cuerpo no pesara y nada importara. Por eso desde entonces llevo un encendedor a cada recital que voy, lo prendo en algunos temas levantando la mano lo más alto que puedo, para captar esa energía positiva, y cuando vengo a casa lo primero que hago es estrolarlo lo más fuerte que pueda contra la pared, para que esa energía quede en casa, en esta habitación, que es mi lugar de descanso mental, donde nada puede salir mal, donde reposan aún los mejores momentos que viví en los últimos diez años."

Con eso ya había aprendido lo suficiente de historia como para sonreir un rato inmenso.

Y así fue.

viernes, 25 de noviembre de 2011

#

A través de las paredes. A través de las paredes. A través de las paredes. A través de las paredes. A través de las paredes. A través de las paredes. A través de las paredes. A través de las paredes. A través de las paredes. A través de las paredes. A través de las paredes. A través de las paredes. A través de las paredes. A través de las paredes. A través de las paredes. A través de las paredes. A través de las paredes. A través de las paredes. A través de las paredes. A través de las paredes. A través de las paredes. A través de las paredes. A través de las paredes.

A través de las paredes. A través de las paredes. A través de las paredes. A través de las paredes. A través de las paredes. A través de las paredes. A través de las paredes. A través de las paredes. A través de las paredes. A través de las paredes. A través de las paredes. A través de las paredes. A través de las paredes. A través de las paredes. A través de las paredes. A través de las paredes. A través de las paredes. A través de las paredes. A través de las paredes. A través de las paredes. A través de las paredes. A través de las paredes. A través de las paredes. A través de las paredes. A través de las paredes. A través de las paredes. A través de las paredes. A través de las paredes. A través de las paredes. A través de las paredes. A través de las paredes. A través de las paredes. A través de las paredes. A través de las paredes.

A través de las paredes. A través de las paredes. A través de las paredes. A través de las paredes. A través de las paredes. A través de las paredes. A través de las paredes. A través de las paredes. A través de las paredes. A través de las paredes. A través de las paredes. A través de las paredes. A través de las paredes. A través de las paredes. A través de las paredes. A través de las paredes. A través de las paredes. A través de las paredes. A través de las paredes. A través de las paredes. A través de las paredes. A través de las paredes. A través de las paredes. A través de las paredes. A través de las paredes. A través de las paredes. A través de las paredes. A través de las paredes. A través de las paredes. A través de las paredes. A través de las paredes.

domingo, 20 de noviembre de 2011

¿En qué piensa una bolsa mientras es arrastrada por el aire?

lunes, 14 de noviembre de 2011

Curiosidad Dominguera

Así como mucha gente quisiera poder ver a la gente sin ropa, la ropa desearía poder ver a la ropa sin gente. Es un odio mutuo.

lunes, 7 de noviembre de 2011

Saltar

Era un precipicio interminable, pero les seguía pareciendo igual de atractivo que al principio.

Simplemente saltaron, saltaron y saltaron, para nunca dejar de caer.

Y cayeron, y cayeron, y cayeron.

Y nunca dejaron de caer.

lunes, 31 de octubre de 2011

Nota Editorial #5

Se nos va Octubre señores, y con él prácticamente el año.

"¡Qué rápido se pasó el año!" Dirán algunas viejas mientras reclaman a las patadas su derecho a sentarse en los primeros asientos del bondi.

Pero vamos a repasar un poco lo que nos dejó Octubre:

Una encuesta deliciosa en la que participaron exactamente 50 personas, lo que para este blog es un hecho histórico después de que un día me encontré un billete de $2 en un jean que no usaba hace años:


Como podemos observar y analizar en los resultados, tenemos un 24% de travestis, sumados a un 6% de pervertidos que gustarían disfrazarse de Strippers (la pregunta es si durante la fiesta se sacarían la ropa, para hacer más real el disfraz). De los que yo esperaba más trascendencia, hubo sólo decepciones, empezando por Spiderman que sólo recibió dos votos de mierda. ¿!EN QUÉ PIENSA LA GENTE QUE SE QUIERE DISFRAZAR DE TRAVESTI ANTES QUE DE SPIDERMAN!? ENFERMOS! Y los piratas también, quedaron resignados. Seguro que si Piratas del Caribe hubiera salido hace dos semanas, los piratas coparían el 60%. Por último, vemos que por mayoría en un 40% y con 20 votos, ganaron los disfraces de zombies. Espero que hayan ido al obelisco a festejar vestidos de zombies! Quiero ver las fotos, ya que no hubo quorum y nadie me quiso acompañar a mi (los culpables se estarán haciendo cargo en este momento y seguro me reprocharán por MSN, Facebook y demás vías internéticas de contacto).

En cuanto a la nueva encuesta, van a poder elegir por qué odian a Noviembre, un mes de mierda sin dudas, que no es el final del año, pero tampoco para nada interesante.

Y como si fuera poco, me agarró la facultad desprevenido, y ahora tengo que escribir una tesis de 30 páginas en una semana. Viste cuando dicen "bueno chicos, no hicimos unca en todo el cuatri, pero la semana que viene entreguen o se quedan libres"? Bueno, así.

Así que me voy a escribir sobre cosas tesiarias.

Se acercan las novedades abismales! Esténse atentos.

La dominación mundial está a la vuelta de la esquina.

PD: Agradezco las crecientes visitas y comentarios, y debo decir que me siento importante, aunque por la calle la gente me tire caca.

Salud!

Pablix Pebablds
Vicepresidente Junior

viernes, 28 de octubre de 2011

Simetría Peligrosa

Caminando por la orilla de un lago inmenso, espejo del cielo y de las montañas alrededor, buscaba una piedra indicada para hacer sapito en la sábana acuática que quieta, esperaba que la interrumpa con el rebote y posterior inmersión violenta de alguna piedra. Miraba al suelo atentamente, cuando descubrió lo mágico. Lo inesperado. Algo que cambiaría su vida por unos instantes.

Vio dos piedras exactamente iguales. Mismo tamaño, mismo color blanco / amarllento, misma textura lisa con el mismo agujero en el mismo lugar. Las levantó, pesándolas con ambas manos. Mismo peso, misma consistencia, misma sensación al tacto.

Con una piedra en cada mano, se quedó mirándolas fijo por un momento, comparándolas, buscando diferencias.

Un segundo momento de silencio. Estaba totalmente quieto como el agua del lago.

De golpe, tiró con todas sus fuerzas y sin pensarlo una de las piedras al fondo del lago, que procedió a hundirse en las profundidades. Instantáneamente, giró ciento ochenta grados y tiró la otra piedra en dirección contraria, perdiéndose en el bosque.

El mundo no estaba preparado para tanta simetría.

Jamás contó su historia.

domingo, 23 de octubre de 2011

Volver

Nada es casualidad. Y aquella vez no fue la excepción.

Una tarde cortando el pasto de casa, que ya llegaba por las rodillas, encontré una langosta parada en una parte del jardín. Para evitar matarla, la asusté. El insecto se fue volando y se posó en la rama de un árbol cercano. Cuando pasé por ese lugar, la langosta, verde y grande, volvió a posarse exactamente en el mismo lugar de donde yo la había sacado. Me di vuelta y la miré, pero no le di mayor importancia. 

Terminé mis quehaceres de jardinería de ese día cuando el sol estaba por caer, y al prepararme para guardar todo y limpiar un poco, pasé por ese mismo lugar y la langosta seguía ahí, pero al prestarle un poco de atención, me di cuenta que estaba tratando de mover la tierra. Nunca había visto a una langosta tratando de hacer un pozo, así que mi curiosidad y yo nos acercamos a mirar de cerca. Esta vez la langosta no se asustó al verme, tal vez porque estaba concentrada en tu antinatural tarea de excavar un pequeño agujero en la tierra.

Fui a buscar una palita que tenía cerca, que había usado para acomodar el jardín, y ayudé a la langosta, que no se asustó, sino que se quedó inmóvil al lado de donde yo hacía un pequeño pozo de unos treinta centímetros de profundidad, hasta que la palita chocó contra algo. Metí las manos en el pozo en empecé a desenterrar una pequeña cajita verde oscuro, hecha de una especie de cartón forrado con tela de ese color, corroída en algunas partes, y con algunos detalles de un dorado ya gastado por la tierra, la humedad y el tiempo.

La abrí y la langosta inmediatamente saltó adentro de la caja. Con una ramita -me daba asco tocar un bicho tan verde y tan grande con mis manos- la aparté. Dentro de la caja había un colgante de oro, que consistía en una cadena dorada que sostenía un dije del mismo material con una pequeña gema en medio, y un dibujo, un retrato dibujado de una persona con corte en sus hombros, en un papel grueso, que se encontraba en muy buenas condiciones, a pesar de que la tinta se haya ido aclarando con el pasar del tiempo.

La langosta se posó sobre el colgante, como queriendo engancharlo en sus patas, en vano. Se enredaba en la fina cadena en torpes intentos de desenredarse. Yo miraba la escena sin moverme, hasta que de golpe, el insecto remontó vuelo y se perdió en el cielo, dejando el colgante dentro de la caja.

Tomé la joya en mis manos, y luego el dibujo. Di vuelta la hoja. Al girarla, la hoja tenía una inscripción manuscrita con una perfecta letra cursiva:

"22 de Diciembre de 1840: Esta joya perteneció a mi familia desde generaciones muy antigüas. Lamentablemente yo no he podido continuar con esta tradición puesto que una terrible enfermedad me ha impedido tener hijos y continuar así mi descendencia, pero no he de desistir. Prometo volver a por ella en algún momento, en alguna forma de la que pueda llevármela y continuar así su recorrido por mi propia descendencia, para seguir la tradición que mi familia ha mantenido por siglos, como he jurado hacer. N. W."

Sonreí, y con cierta delicadeza, volví a poner la foto y el colgante en la caja, la cerré y volví a enterrarla. 

Al girar para irme, la langosta estaba nuevamente sobre una rama a unos metros de allí. Cuando la miré, salió volando y volvió a perderse en el cielo.


lunes, 17 de octubre de 2011

Curiosidad Dominguera

Los arcoiris son fantasmas de unicornios y hadas muertas.

sábado, 15 de octubre de 2011

Odio VII (Se los prometí!)

Odio la ropa de animal print: Es algo totalmente excéntrico, tirando a grotesco. Desagradable si fuera piel animal de verdad, desagradable siendo pura imitación. Una oda al mal gusto.

Odio mi impresora: La compra más estúpida que hice en mi vida fue comprarme una HP con Sistema Continuo. Nunca la pude usar más que para imprimir cosas sin sentido, pero cuando realmente la necesitaba, nunca funcionó. Y además, no imprime después de las 12 de la noche! (EN SERIO)

Odio a los que se les llena de saliva la comisura de los labios: Desagradable por demás ver a alguien hablando con un líquido espumante blanco en el vértice donde se unen los labios. HORROR!

Odio la palabra "Comisura": Es horrenda y no merece ser pronunciada más que para señalar a aquellos desagradables del punto anterior, sólo para incrementar su repugnancia.

Odio los que se toman el Facebook en serio: Hacen reflexiones profundas para que las vea todo el mundo y ponga "me gusta". Si alguien inteligente tendría algo importante que decir, seguro no lo haría por facebook. Putos.

Odio a los que ponen "me gusta" en Facebook a sus propios comentarios: Es como masturbarse! Es halagarse, darse placer a uno mismo! Aparte, si uno pone algo es porque le gusta, sino por que corno lo pone?!

Odio las comidas agridulces: O sos agrio, o sos dulce, pero DECIDITE VIEJO!

Odio las batatas: Son claramente papas inferiores.

Odio el día del amigo: Es el día en el que todos los que no son tus amigos, te dicen "Feliz día"

Odio las personas que hablan fuerte: Seguro no se dan cuenta, seguro es su forma de ser, PERO ME ROMPE LAS PELOTAS!

Odio los que dicen Setiembre: NO! Pongan la maldita P donde corresponde! (Según Wikipedia: "Su nombre, que viene de la misma raíz latina de "séptimo", se debe a que era el séptimo mes en el calendario romano. Según la Real Academia Española, "septiembre" es la forma preferida en el uso culto, aunque "setiembre" no se considera incorrecto." - No se considera incorrecto, pero si es por el SÉPTIMO mes, debería ser SEPTIEMBRE) Jaque mate.

Odio las canciones dedicadas a Maradona: Es un tipo que supo mover una pelota adentro de tres palos y una red, ganó más plata en diez años que todos nosotros juntos en nuestras vidas y encima le dicen que es Dios. Pero si Dios no existe! :)

Odio los arcoiris: Se la dan de lindos y no existen!! Malditos sean!! Nos ilusionan y nos rompen el corazón!

Odio las monedas de cinco centavos: No sirven para nada! ¿Por qué no redondean los precios a 0 y listo? Aparte, SIEMPRE que faltan diez centavos en la máquina de los colectivos y uno busca una moneda, la pone sin mirar por la prisa de sacar el boleto y SIEMPRE es de cinco! Y la proxima que sacamos es de diez! Entonces nos devuelve cinco, y así tenemos para siempre una moneda de cinco centavos encima. SON INDESTRUCTIBLES!


Y eso, queridos gerontitos abismales, fue el odio del período. Los invito a ver los seis anteriores, para que odien como debe ser:

¡QUIERO ODIAR PARA SIEMPRE!  ---> (Obviamente, hagan click ahí)

Y listo! ODIO FOR EVER!

Au revoir!

miércoles, 12 de octubre de 2011

Rayuela - Capítulo X

"Las nubes aplastadas y rojas sobre el barrio latino de noche, el aire húmedo con todavía algunas gotas de agua que un viento desganado tiraba contra la ventana malamente iluminada, los vidrios sucios, uno de ellos roto y arreglado con un pedazo de esparadrapo rosa. Más arriba, debajo de las canaletas de plomo, dormirían las palomas también de plomo, metidas en sí mismas, ejemplarmente anti-gárgolas. Protegido por la ventana el paralelepípedo musgoso oliente a vodka y a velas de cera, a ropa mojada y a restos de guiso, vago taller de Babs ceramista y de Ronald músico, sede del Club, sillas de caña, reposeras desteñidas, pedazos de lápices y alambre por el suelo, lechuza embalsamada con la mitad de la cabeza podrida, un tema vulgar, mal tocado, un disco viejo con un áspero fondo de púa, un raspar crujir crepitar incesantes, un saxo lamentable que en alguna noche del 28 ó 29 había tocado como con miedo de perderse, sostenido por una percusión de colegio de señoritas, un piano cualquiera. Pero después venía una guitarra incisiva que parecía anunciar el paso a otra cosa, y de pronto (Ronald los había prevenido alzando el dedo) una corneta se desgajó del resto y dejó caer las dos primeras notas del tema, apoyándose en ellas como en un trampolín..."
(Capítulo X de Rayuela, por Julio Cortázar)


Lo volviste a hacer, Julito.
A pesar de todo, lo volviste a hacer.

sábado, 8 de octubre de 2011

Vórtice

Hoy, como esos días en que las musas se toman unas merecidas vacaciones, y por ser el Día Internacional de los Abismos, me tomo la libertad de proponerles un adentramiento (si es que existe esa palabra, sino que la Real Academia se haga cargo) a los confines más recónditos de este oscuro lugar hecho de ceros y unos.

Es simple. Usando ya conocidas técnicas por aquí, y en un intento desesperado de no desesperarme, los invito a investigar el pasado de este blog clickeando en la respectiva imagen.

Mientras tanto, en algún lugar incierto, se está gestando algo más de odio, próximo a explotar.

Salud!

lunes, 3 de octubre de 2011

Curiosidad Dominguera

Al agua y al aceite no las une ni el amor ni la amistad.

sábado, 1 de octubre de 2011

Cosas Imposibles

Imaginarse algo infinito. Pensar en un color que no existe. Tocar el cielo. Suicidarse aguantando la respiración. Que tres personas se pongan totalmente de acuerdo. No tener ningún amigo en Facebook. Tener un millón de amigos en la vida real. Etcétera.

jueves, 29 de septiembre de 2011

Nota Editorial #4

Queridos Amiguitos:
Vieron ustedes como es el mundo en que vivimos hoy. Áspero, con olor a vieja, avinagrado, con porno del ilegal, pero sobre todo con mucho olor a vieja.

Pero existen esas pequeñas cosas que nos hacen felices, como encontrarnos una moneda de cinco centavos en la calle, que con la inflación que hay hoy en día no nos sirve ni para comprarnos un chicle, pero nosotros, fieles a nuestros principios de "el que se lo encuentra se lo queda" nos agachamos, peleamos durante tres minutos con nuestras uñas recién cortadas -o masticadas- contra el piso, tratando de que la moneda levite, como si estuviéramos usando la fuerza jedi, para luego ponerla cómodamente en nuestro bolsillo, sin darnos cuenta que somos por un lado cinco centavos más ricos, pero que llegamos tarde al trabajo por esos tres minutos y nuestro presentismo se hizo polvo.

¡Pero no todo está perdido! Quedan todavía algunos momentos de pura felicidad, como el que motivó esta nota.

A partir de hoy, estimados colegas, compañeros, viejas, señoras y señores, damos por inaugurado:

www.paradoenelabismo.com.ar

Que por ahora nos redirecciona a este mismo blog. (Chupate esa mandarina che!)

También existe www.paradoenelabismo.com pero eso fue por puro egocentrismo y morbo, lo admito. (Aparte en mi calidad de nerd este tipo de cosas no pueden faltar y hasta me divierten).

¡¡¡Pero eso no es todo!!! ¡¡Tiramos el abismo por la ventana señora!!

Se agregó un pequeño botón, justo por debajo del título del blog (su ubicación exacta sería "abajo de lo que está arriba") que muestra un post aleatorio, ¡para jugar y divertirse con amigos y sus hermanas!

Acá tenés una muestra gratis (CLICKEAME)

Y bueno, eso. Espero que junten muchas monedas de cinco centavos, muchas hermanas y que cumplan muchos más!!

Au revoir

Pebablds,
Vicepresidente Junior
(Ahora con Twitter)

sábado, 24 de septiembre de 2011

Pregunta Cósmica

¿Por qué para referirnos a la grandeza y magnificencia de los grandes monumentos creados por el hombre, lo hacemos en base a la cantidad de obreros que murieron en su construcción?

sábado, 17 de septiembre de 2011

El Último Tucán

Aparecí de repente de una celda oscura y pequeña. Frente a mí había un tucán parado sobre una estaca de madera clavada en la pared. El animal me miraba fijamente. Cuando lo ví a los ojos recordé todo. Era el último tucán del mundo, y en un flash confuso recordé que dentro suyo estaba la llave para salir de la celda.

Entonces tenía ahí, frente a mis ojos, el dilema. Matar al último especímen de una especie, o sobrevivir yo, un ser humano de los tantísimos que hay en el planeta. Privar al mundo de algo único o salvar mi vida, única, pero intrascendente para la vida en general. Nadie va a decir "ahí va él!" cuando me vean, sin embargo, al ver al último tucán volando sobre sus cabezas, va a ser imposible que no lo señalen, que no quieran cuidarlo y que traten de conseguir la forma de salvar su especie para que no se extinga.

Yo era uno más. Él, único. Me miraba con indiferencia, sin poder adivinar lo que yo estaba pensando. No tenía miedo, pero me miraba, casi inmóvil. Una leve brisa hacía mover frenéticamente sus plumas negras. Cada tanto, rotaba levemente la cabeza en un movimiento fugaz.

Me senté a pensar. Morir de hambre iba a ser doloroso y agónico. Aunque seguramente primero moriría de sed, de todas formas, eso no me reconfortaba ni un poco. Antes de morir deshidratado, seguramente, me volvería loco y trataría de reventar mi cabeza contra la pared. Revisé todo el lugar una y otra vez, pero no había forma posible de salir. Tenía que elegir. Tenía que ser Dios por unos segundos y elegir entre mi suicidio lento o la muerte rápida del último tucán.

Después de mucho pensar, el sentido común se apoderó de mi. Si yo moría en esa celda, el tucán también iba a hacerlo, puesto que no había salida. Entonces me decidí. Respiré profundo, pedí perdón al pájaro que atentamente me miraba. Y me acerqué. Cuando mis manos estaban a punto de atrapar su cuello, tropecé y caí al suelo.

En ese instante me desperté, era solo un sueño. Pero aún estaba en un lugar poco familiar. Tenía un ligero dolor de cabeza, de esos que aparecen cuando uno no descansa bien y se levanta de golpe. Me incorporé. Era una especie de cabaña de madera, con las ventanas y puertas cerradas, pero bastante luminosa a pesar de todo. La luz del sol se filtraba por las pequeñas separaciones de las maderas y las imperfecciones de las ventanas. Y ahí estaba de nuevo, un tucán parado en una vara de madera. Sentí la misma sensación que en el sueño. Otra vez me sentí Dios. Esa sensación que me estremecía, que hacía que tome la decisión de morir o matar, de morir yo, uno entre millones, o matarlo a él, uno en un millón.

Esta vez la decisión tardó menos de lo esperado, y tomando el sueño como referencia, me decidí a matarlo, casi al borde del pánico. Me acerqué rápida y violentamente hacia el tucán, que me miraba fijo e inmóvil, sin miedo ni mueca alguna. Cuando por fin lo tenía frente a frente, y en un grito desesperado, acerqué mis manos hacia él en un ataque de furia, ya totalmente fuera de mí. Había decidido matar al último tucán. Me había puesto en los hombros esa responsabilidad. Imaginaba en pequeñas imágenes lo que sería mi vida después, la tortura y el cargo de conciencia que sufriría por matar al último animal de una especie, un especímen único que a partir de ahora aparecería en los libros de historia. Que nadie más conocerá. Pero poco me importaba, mis manos estaban por rozar al tucán.

De golpe, todas las ventanas se abrieron haciendo un ruido ensordecedor de golpes y chirridos de bisagras sin aceitar, dejando pasar en un sólo rayo gigante al sol entero dentro de la cabaña. Cegado por el contraste, cerré los ojos por un segundo y comencé a recuperar la visión de a poco. Mientras todo se me hacía menos borroso, empecé a distinguir siluetas en los marcos de las ventanas. Cuando recuperé la vista por completo, proceso que habrá tardado tres segundos eternos, me vi rodeado de tucanes. Giré mi cabeza trescientos sesenta grados y había por todos lados. En los marcos de las ventanas, en salientes del techo, en el piso. Habría unos doscientos tucanes, inmóviles, mirándome tal como lo hacía el primero, el que yo creí único, último. De repente era sólo uno más de entre miles.

Ahí mismo, me di cuenta de todo.

Yo no estaba decidiendo el destino de su especie. Ellos estaban decidiendo el destino de la mía.


jueves, 15 de septiembre de 2011

Somos

Algo gestual, impredecible. Algo espontáneo, casi irreal.

Un agujero en medio de algo impenetrable.

El espacio que le quitaron al ojo de una aguja.

Un pedacito de nube que se separó del resto y aparece en el cielo despejado.

Una pluma tornasolada flotando en el viento.


Un collage de libertades.

Una suma imperfecta.

Miles de células microscópicas en perfecta sincronía.


Un nuevo color.


Eso somos.

lunes, 12 de septiembre de 2011

Curiosidad Dominguera

A todos los que me hablan por msn me los imagino amarillos, redondos y pelados.

viernes, 9 de septiembre de 2011

¿Vas o venís?

Momento incómodo para mi, si los hay, es cruzarme a alguien mientras estoy caminando, y que con ese alguien no haya la confianza suficiente como para interrumpir mi recorrido -ni para que él/ella interrumpa el suyo- y saludarnos con un beso o con un abrazo.

Ahí, en ese mismo instante, se produce una bifurcación en el espacio-tiempo-tuvieja y SIEMPRE, pero SIEMPRE le erro en el saludo. Si yo digo "Chau" la persona me dice "Hola" y viceversa. Y me hace sentir como que yo saludé incorrectamente.

Es que, realmente, no existe un saludo para cuando te cruzás simplemente. Hola es cuando llegás, Chau cuando te vas. Pero cruzarse no encaja en ninguno de los dos momentos. Decir "Holachau" te haría quedar como un idiota, y no decir nada, como un maleducado.

Entonces, ¿Qué corno decimos cuando nos cruzamos a esa profesora o a ese distante compañero de laburo que vemos todos los días pero nunca entablamos una relación? (En Los Sims, estas personas son con las que tenemos unos 10 puntos de amistad, o menos).

Tal vez podamos decir una palabra que no se entienda, como "armgh" mientras movemos la mano (saludar con la mano es totalmente genérico y sirve para "hola" y para "chau" indistintamente) y que la otra persona interprete lo que quiera, aunque si la profe entiende "vieja de mierda" nos espera una eternidad de recursadas.

Mirar para otro lado es una buena opción... total, si no nos llevamos bien con esa persona a lo largo del transcurso del día, para qué corno la quiero saludar si me la cruzo un sábado a la noche caminando por Avenida Tuvieja?

Obviamente, si no saludás, el lunes a la mañana ese compañero va a decirle al resto "ay, ese de la otra oficina es un antipático, el otro día lo crucé e hizo el que mandaba un mensajito para no saludarme". Y ahí te empiezan a odiar todos, porque se dieron cuenta de tu truco. Es más, gracias a eso, e investigando, llegaron a la conclusión de que sos vos el que hace caca en la maceta de su oficina en el horario de almuerzo.

Simplemente, no entiendo las relaciones humanas.




Mejor no salir de casa, para no cruzarse a nadie y no correr peligro de que nos descubran.

jueves, 1 de septiembre de 2011

Septiembre.

"Una Flor entre las manos es más que una montaña de cosas costosas sin valor"

(Frase de Juanito el Cantor)

Feliz Septiembre para todos!



(Odio a los que dicen SETIEMBRE)


Mientras tanto... el año pasado, en Septiembre...

sábado, 27 de agosto de 2011

Pregunta Cósmica

¿Cuál es la diversión en encontrar personas parecidas a gente que conocemos?

-¡Mirá mirá! ¡¡Ese se parece a Carlitos!!
- ¡¡Noo!! ¡Tenés razón! JAJAJA


¿Cuál es?

jueves, 18 de agosto de 2011

Dame!

-Che, dame una galletita.
-No.
-Por qué? Dale! Dame una galletita!
-NO!
-Una sola nomás! Dame una!!!
-NOO!!!
-No seas malo!! Dame un pedacito aunque sea...
-QUE NO!
-Por favor!! Qué te cuesta? Dame media nada más!
-TE DIJE QUE NO!
-Cheeee, daaale!! DAME UNA GALLETITA!!!!
-NO QUIERO!
-Me das una galletita?
-Bueno, tomá.
-Gracias.


































-Me das otra? :)

martes, 9 de agosto de 2011

¡El Último es Cola de Perro!

De chicos nos acostumbran a correr, a llegar siempre primeros, a apurarnos para sentarnos a la mesa, para salir al patio a jugar o para entrar a la casa de la abuela, con la terrible amenaza de ser cola de perro.

¡EL ÚLTIMO ES COLA DE PERRO!

Grita algún adulto mientras los pequeños desaforados corren hacia el objetivo, sin piedad por los obstáculos del camino ni por sus eventuales adversarios. Pero yo, ahora, siendo un pelotudo grandote, me doy cuenta de todos los engaños que sufrí en aquellas tiernas edades. ¿Qué tiene de malo ser cola de perro?

La cola del perro habla del estado de ánimo del animal, es una forma que tiene de expresar sus emociones, moviéndola de determinada forma para demostrar si está feliz, enojado, con miedo o si vio a Godzilla corriendo hacia él y te quiere avisar. Es una forma de comunicación corporal tanto para los de su misma especie como para los de otra.

Es una extensión de la columna vertebral de los perros, que además les sirve para mantener cierto equilibrio y balancearse, y una gran estabilidad a la hora de correr a sus presas o a tu vieja.

Algunos pueden considerar que la cola del perro es un apéndice que no tiene utilidad, y deciden cortársela a los animalitos. Yo considero también, que la lengua de muchas personas es un apéndice que debe ser cortado. Y llegando a casos un poco más extremos (y violentos), podemos mencionar los de aquellas personas que tienen como apéndice su mismísima cabeza.

Muchísimos perros optan también, por utilizar su cola a modo de entretenimiento, persiguiéndola dando más vueltas que en el recital de U2 (Chistazo!) y así pasar tardes enteras de sana diversión.

Puede ser muy útil también para espantar moscas, mosquitos y etcéteras.

También puede funcionar como cobertura del lugar por donde hacen sus necesidades! Protección ante todo!!!

En fin, para ir resumiendo y que no me quede un post de esos que ustedes dicen "Chee, no lo leí porque era muy largo, me voy a ver Tinelli mientras escribo en el Facebook", podemos decir que la cola del perro es Comunicación, Estabilidad, Diversión Sana, Espanta Bichos, Taparrabos, (si, todo en mayúsculas para incrementar su importanca) y quién sabe qué otras cosas maravillosas!

Antes que andar apurado como todo el mundo, de mal humor y llegando primero sólo para satisfacer el perverso deseo de quienes nos gritan que nos apuremos, sinceramente, prefiero ir caminando despacito, disfrutar el recorrido y ser cola de perro,

Au revoir.
(Vieron que volví? :) Aprobé todo, putos!)






domingo, 31 de julio de 2011

No entiendo!

Yo no entiendo por qué la gente paga por ir a caminar en una cinta o pedalear en una máquina, cuando los espacios verdes e incluso las calles, son lugares hermosos.

martes, 26 de julio de 2011

Nota Editorial #3

Estimados compañeros abismales:
Esta nota tratará de reflejar dos puntos importantes en la trayectoria del universo.
El primero, sin lugar a dudas, es para comentar a la posteridad que he vencido a un gran enemigo examenístico! El restaurant Dadaísta ha caído, con él, está por quebrantarse la barrera finalística (todo ístico) y así poder superar la fase "Seis finales, estoy hasta las manos" comentada con anterioridad, aunque, para sorpresa de muchos y alegría del que suscribe, sólo fueron tres finales, de los cuales voy uno a cero. Veremos este jueves y sábado como prosigue la cosa.

El segundo punto importante es la encuesta finalizada el día de ayer, que paso a retratar debajo con sus resultados finales:
Se comunica a los señores lectores lo siguiente: La letra O se ha puesto a llorar debido a sus cero votos, demostrando una vez más la discriminación hacia la obesidad letrística. Sorprendentemente, la vocal más aclamada por el público fue la I, no se a quien se le ocurre ser una letra I... la A se muere de envidia.

Y por último, se informa que "La puta que te parió" no es una vocal, eso denota la ignorancia que se imparte hoy en día en las escuelas. Era una pregunta con trampa y todos lo que eligieron esa opción perdieron y morirán en el infierno escuchando una y otra vez un cd de grandes éxitos de Pablito Ruiz.

Sin afecto, y con mucho sueño,
Pebablds
Vicepresidente Junior

lunes, 18 de julio de 2011

Curiosidad Dominguera

El Big Bang sólo fue la pasteurización de la Vía Láctea.

martes, 12 de julio de 2011

Exquisitez

Mimetismos.

Salvajes.

Huracanes.

Abismos.

Tierra.

Soledad.















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Me alegra comentar que este es mi post número 100! Espero sus donaciones de diez dólares.


El poder es tuyo!

sábado, 9 de julio de 2011

$%&"%"$

Y cuando finalmente es imposible que las cosas se pongan peor, simplemente, se ponen peor.

domingo, 3 de julio de 2011

La Disolución de la Tristeza

Estaba volviendo de colegiales en el 93, después de uno de esos sábados inciertos, sentado en un asiento individual, concentrándome en cosas banales y carentes de interés, totalmente emponchado por el frío y con la guitarra a cuestas. El 93 tiene algunas particularidades, de las que voy a nombrar sólo dos en este momento: La primera, es su capacidad de tardar más de media hora entre colectivo y colectivo, que hace que el frío se sienta más en estas épocas invernales que azotan la Ciudad; y la otra, es su paso por la estación de Chacarita, y fue ahí donde empezó todo esto.

Como mencioné antes, yo iba abrigado y sentado en un asiento individual, pensando en la nada misma, cuando en la estación de Chacarita subió ella. Abrigada con una campera marrón, y un gorrito de lana blanco con dibujos azules. Inmediatamente algo en ella me llamó la atención, y empecé a mirarla. Tenía unos 30 y pico, y algo inexplicable hacía que la mire. Disimuladamente, clavé mi vista en ella, a veces directamente cuando sabía que no estaba viendo, a veces de reojo, a veces por el reflejo que daba la ventana.

Descubrí entonces que hacía pequeñas muecas con la boca, como apretando los labios, moviéndolos inquietamente, nerviosa. Entonces, un rayo de empatía me atravesó, y pude sentir algo. Observando más detalladamente, me di cuenta que los movimientos que hacía con la cara arrugando el mentón, eran como aguantando un llanto inminente, entonces, para mis adentros, empecé a teorizar sobre el asunto, y llegué a la conclusión de que seguro venía del cementerio, que no está lejos de donde se había subido. Con la certeza de esto, se me ocurrieron dos variantes: la primera, es que había ido a ver a alguien que había fallecido hace poco y que era joven, probablemente un familiar de segundo grado, como un primo, un tío. La otra hipótesis, decía que justo ese día se cumplía el aniversario de la muerte de un familiar de primer grado, como un hermano, o alguno de sus padres, o alguien a quien ella quería realmente mucho. Me quedé entonces con la primera, y en mi cabeza siguieron los divagues, mientras la miraba atentamente.

Cada tanto, ella respiraba hacia adentro, y su nariz sonaba angustiada, sus ojos de a poco se humedecieron, haciéndose más brillantes, y se notaba que cada vez le costaba más retener el llanto. Nadie más en el colectivo parecía notarlo.

En una parada logró conseguir asiento, justo adelante del mío, por lo que no pude ver más su cara, pero si oía su respiración algo agitada, la angustia de su nariz, y veía como movía su cabeza levemente haciendo una especie de "no, esto no puede ser" que yo decodificaba de forma inequívoca. Seguí entonces pensando en ella, en lo que estaba pasando, a medida que el aire de Palermo iba entrando en el colectivo y yo me acercaba a mi destino.

Avenida Santa Fé. Me paré para poder llegar a la puerta cómodamente, sin tener que apurarme por empujar a toda la gente que inundaba el 93. Cuando me paré, lo primero que hice fue mirarla. Y entendí todo. Ella estaba viendo por la ventana, sin mirar por la ventana, concentrándose en el polvo del vidrio que se dejaba ver por el contraluz del sol de las cinco de la tarde, y en algunas imperfecciones y manchas. La excusa perfecta para pensar, y pensar, y pensar. Yo la estaba mirando fijamente, mientras el colectivo se acercaba a Juan B. Justo. Toqué el timbre. El colectivo iba bajando su marcha, y empecé a sentir el viento frío de la puerta que se abrío de golpe. Una última mirada, se dió vuelta, con los ojos totalmente llenos de lágrimas que no caían. Se dio cuenta que la estaba mirando, porque me agarró desprevenido, así que levemente sonreí, con una de esas sonrisas que sutilmente dicen "todo va a pasar... tranquila", por más que una muerte nunca pase, hablamos del mal momento, de la angustia y de la impotencia de ese instante en que no sabemos cómo reaccionar. Ella me entendió, y apretando los labios y casi dejando caer una de sus lágrimas, que por suerte se quedó pegada al ojo (una vez que una lágrima cae, todas las demás lo hacen casi por inercia) dejó sin querer, salir una leve, muy leve sonrisa que decía "voy a estar bien, gracias", en lo que me pareció un segundo eterno. Justo antes de que termine ese segundo, otro rayo de empatía me atravesó, y me sentí algo angustiado. Supe entonces, que ella me había traspasado un poco de su tristeza, muy poca, pero que le había servido para sentirse mejor. En un golpe de reacción, me di vuelta y bajé del colectivo, pensando muchísimo.

Es así como la tristeza se disuelve con este entendimiento casi inexplicable. Uno la va pasando a distintas personas casi de imprevisto y sin querer, pero es que inconscientemente uno traspasa un poquito de su propia tristeza a los demás, diluyéndola así entre tal vez decenas de personas que logran conectarse con uno, para las que ese poquito sería casi inofensivo. Pero la tristeza no es inofensiva, ni en la unidad de medición más ínfima.

Cuando me vi abajo del colectivo, sabía lo que había pasado, y totalmente pensativo me subí al 166, que me acercaría aún más a mi casa. Fue un viaje de una hora totalmente reflexivo, de esos en los que uno ve por la ventana, sin mirar por la ventana.

lunes, 27 de junio de 2011

Nota Editorial #2

Debido a distintos inconvenientes y problemas técnicos (casi muero en un ataque nuclear) sepan ustedes amablemente disculpar a toda la empresa Paradoenelabismo S.A. por sus intermitentes apariciones a lo largo de este último mes. Se comunica a los señores lectores, espectadores y radioescuchas, que la transmisión de este medio será momentáneamente interrumpida hasta que se vea concluida la fase "6 Finales: Estoy hasta las manos" próxima a comenzar. Se calcula que en el mes de agosto retomaremos la continuidad de las ediciones tal como era en la época de oro, donde las letras iban y venían en libre albedrío.

De todas formas, también se comenta que se están gestando nuevas publicaciones, que pasado dicho período serán, valga la redundancia, publicadas para que usted, sus hijos, su perro y godzilla puedan disfrutarlas.

Sin más, hago propicia la oportunidad para enviarles un cordial saludo.
Atte., Pebablds.
Vicepresidente Junior

sábado, 18 de junio de 2011

Odio VI (Auuuuun hay máaas!)

 Bueno, queridos lectores, si es que realmente leen, hoy (ayer) ha sido un viernes largo y de mierda, por lo tanto, las pilas del odio han sido cargadas. Tanto es así, que mis pelotas (hoy estoy maleducado, sí) están haciendo la travesía de Julio Verne hacia el centro de la tierra, de tan abajo que las tengo (ya pasaron el nivel del suelo). Por ende, me enorgullece traerles una nueva edición de odio, que les debía de la encuesta anterior (pueden votar cosas copantes a la derecha). Y bueno, sin más preámulos, chúpenme la oreja:

Odio que las rueditas vengan en paquetes tan chiquitos: Aunque se que podría tranquilamente intoxicarme hasta la muerte con esa porquería, siempre me quedo con ganas de más cuando como un paquete!

Odio los vendedores de ropa. Cuando estoy en el probador te dicen de afuera a los gritos "Y? cómo te queda el bóxer apretado con leopardo??" -¡ME LEVANTA LA COLA, PELOTUDA, Y GRITÁ UN POCO MÁS FUERTE QUE EL QUE HACE LOS CHORIS EN LA ESTACIÓN DE ONCE NO TE ESCUCHÓ BIEN!

Odio los que dicen "todo regio": Qué mierda tienen en la cabeza???

Odio los psicólogos: Me niego totalmente a pagarle a alguien para contarle mis problemas, para que luego de interminables sesiones concluya que soy gay, o que tuve un problema en la infancia. Para eso está facebook, que ponés "Estoy triste porque mi gato escupió una pelusa" y miles de personas sin mucho que hacer empiezan a blasfemar sobre las pelusas, el gato, y larrep!

Odio que los remiseros me hablen de sus problemas: Me han contado que tienen problemas con la mujer, con la suegra, y hasta uno me dijo "el médico me dijo que no podía excederme con las comidas, porque me podía morir, pero yo todos los viernes me clavo unos buenos tacos mexicanos con picante!". O van al psicólogo, o se abren un facebook ya!

Odio las matemáticas: PUTAS!

Odio que la gente termine los nombres en "y": Por ejemplo Pably, Flory, Jony: Símbolo indudable de ignorancia. (A menos que te llame Johnny o seas inglés).

Odio las pizzas que tienen salsa golf: Qué onda? Es algo terrible!!! Te manchas todo, se te cae la porción SIEMPRE, se desarma... y ni hablar de los palmitos! AAAAAAAAA!

Odio a los que nunca se sacan los anteojos de sol: O están drogados a lo Andy chango, o tienen una especie de tumor cerebral. Creo que la del tumor es más creíble, nadie se puede drogar como Andy.

Odio los que escupen cuando hablan:
Voy a inventar un paraguas para caras. O mejor aún, voy a evitar hablar con gente. La gente me irrita, y más cuando me habla!


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Este odio ha sido cortito y al pie, no es que se me haya acabado, es que NO ME ROMPAN LAS PELOTAS!

:)

domingo, 12 de junio de 2011

Pregunta Cósmica

¿Cuánto pesa un peso?

domingo, 5 de junio de 2011

¿Qué es el arte?

Esta es una pregunta casi de esas que acompañan al hombre a lo largo de su historia, y por más que algún cómico te diga "es cagarte de frío" sabemos que estamos lejos de esa respuesta, a menos obviamente que se nos ocurra contemplar la belleza de un cuadro de Mondrian en medio de la antártida, aunque eso, más que arte, es ser medio pelotudo.

Wikpedia (que tranquilamente ya podríamos decir que es como -o mejor- que un diccionario de la RAE, aunque muchos duden de su contenido) define al arte como "...cualquier actividad o producto realizado por el ser humano con una finalidad estética o comunicativa, a través del cual se expresan ideas, emociones o, en general, una visión del mundo, mediante diversos recursos, como los plásticos, lingüísticos, sonoros o mixtos."

Sabiendo entonces que el arte es en sí una expresión del humano para generar comunicación o con un fin estético... ¿Por qué mierda todos dicen que lo que hacen es un arte?

"El arte de cocinar mandioca los martes a la mañana", "El arte de arreglar un carburador con un encendedor y una percha", "El arte de navegar en barco por el pacífico" y muchas otras cosas que hacen sentir a la gente importante, porque creen que lo que hacen es arte.

¿De qué estamos hablando señores? Uno podría justificarse y decir "...porque cocinar mandiocas los martes a la mañana es una expresión del hombre que transmite el estado de ánimo del cocinero y genera emociones distintas en cada uno de los comensales", pero yo digo que nos dejemos de joder y que al pan, pan, y al vino, gracias.

Todo bien con que le tengamos aprecio a nuestras actividades, pero si empezamos a decir que todo es arte y a devualuar entonces el verdadero valor del arte, DaVinci va a revivir, lo va a llamar a Miguel Ángel, y mediante una poción mágica que incluye pelo del bigote de Dalí y cera de la oreja de Van Gogh (al primero que mencione la bandita gallega lo cago a piñas) para revivir un ejército de Dadaístas que destruyan el mundo en el nombre del verdadero Arte.

Obviamente, encontramos dentro de las ramas del arte, personas que hacen cosas que muchos dicen "¿y por esto le pagaron veinte millones de dólares?" como por ejemplo, cuando uno ve un cuadro de Jackson Pollock que no es más que un montón de manchas, potenciadas con basura, e incluso pis del artista. Pero el arte, supongo, es eso.

Hacer pis en un cuadro y que te paguen en dólares de seis o siete cifras. Como siempre, la culpa no es del que lo vende, sino del que lo compra, pero si sos un jeque árabe y tenés que impresionar a tu harem de 200 mujercitas, es obvio que con un pancho y una coca no las vas a cautivar, a menos que ese pancho y esa coca hayan salido millones de dólares. Pero es mejor comprar una obra de arte, que dura un poco más de tiempo, y no te la querés comer, a menos claro, que a Marta Minujín se le ocurra hacer un cabildo de gelatina, y como su gran concepto de arte efímero invita a destruir la obra, podría invitar a cada uno de los espectadores a participar de la obra y comérsela.

Pero en fin, dejen de categorizar todas las actividades del ser humano como arte, y pónganse a laburar!!!!!!!!!!!

Y por favor!!! Dejen de sacar libros que se llamen "El arte de..."


Sin afecto,
Paradoenelabismo S.A.
Muchas gracias.

miércoles, 25 de mayo de 2011

Fuego

- ¿Por qué te mandaron ahora a que vengas?
- La señorita dice que me porté mal.
- ¿Qué hiciste?
- Nada.
- No, nada no, por algo te mandó a que me vengas a ver.
- Es que casi prendo fuego a una compañerita.
- ¡¿Y por qué hiciste eso?!
- Porque me estaba molestando.
- ¡¿Y cómo es que a una criatura de tercer grado se le ocurre prender fuego a alguien?! ¡De los treinta años que llevo atrás de este escritorio nunca escuché nada igual!
- Bueno, pero por ahí nunca nadie le dijo lo que me dijeron a mí.
- ¿Y qué te dijeron?
- Era mi novia y me dijo que no me quería más.
- ¿Y por eso la querías prender fuego?
- Sí, ¿Usted no querría lo mismo?
- Mirá, yo cuando tenía tu edad las cosas eran muy distintas. Ahora tendrías que estar encerrado sin poder salir. Voy a llamar a tus padres para que te vengan a buscar.
- ¡No! ¡Por Favor! ¡Le juro que no lo hago más!
- Escuchame, ¡no podés prender fuego a la gente porque sí!
- Pero yo tenía una razón...
- ¡Dejate de pavadas! Quedate ahí que voy a llamar a tus padres.
- ¡Pero déjese de joder!
- ¡¿Cómo le hablás así a una autoridad?! ¡Ubicate porque vas de mal en peor!
- Bueno, me parece que va a tener que llamar a mi papá al trabajo entonces.
- ¿Dónde trabaja tu papá?
- En los bomberos voluntarios.
- ¿Qué?
- ¡Muejeje!
- ¡Deja eso!
- ¡MUEJEJEJEE!
- AAAAAaaaaaaaaaaaaaaaaahhhhhhhhhhh!

martes, 24 de mayo de 2011

Tacto

Abrió los ojos. O eso creyó. Volvió a abrirlos. Estaban abiertos. Notó entonces dónde se encontraba. En realidad, no sabía dónde se encontraba. Era la oscuridad misma. Un negro increíble, como nunca antes había visto. Pudo notar que estaba sentado, apoyado sobre lo que parecía ser una pared. Le dolía la cabeza levemente, pero estaba bien, desorientado, pero bien. Pensó en decir algo, lo dudó un instante hasta que un "hola" salió de sus labios tímidamente. Había eco. Pensó entonces que estaba en una habitación cerrada. Subió agarrándose de la pared. Estaba cubierta con una sustancia algo resbalosa, y tenía una textura granulada algo desagradable. Al principio le costó incorporarse, confundido por la oscuridad, perdiendo a veces el equilibro. Notó que el piso era liso y que podía caminar. Lo hizo, siempre pegado a la resbaloza pared. Buscando algún interruptor para prender la luz, siguió caminando por la pared, y comenzó a sentir un olor extraño. Sus sentidos estaban totalmente alerta y agudizados, a causa de la falta de visión. Por un momento cerró lo ojos y caminó de la misma forma. No había diferencia.

En su caminata, notó que la pared en un punto comenzaba a ser lisa, y aunque seguía esa extraña sustancia resbalosa y escurridiza, él decidió continuar. La pared parecía no terminar jamás, hasta que de repente, pisó un charco. Sintió el sonido de sus pies chapoteando en un líquido un poco menos vizcoso que el de la pared. Se agachó para tocarlo con un poco de miedo, notó su espesor y pensó en probarlo, pero se arrepintió al instante. Tenía la boca seca y un leve mareo, pero no iba a probar esa sustancia. Comenzó entonces a despegarse de a poco de la pared para seguir ese líquido. Sentía el eco del chapotear de sus pies cuando pisaban, y casi resbala un par de veces, pero pudo pilotearlo. En un momento, realmente tropezó y cayó, pero no se había resbalado. Se tropezó con algo contundente. Se había golpeado la nariz contra el suelo, y sentía cómo la sangre salía por ella. Se la apretó con una mano y con la cabeza hacia arriba y comenzó a gritar. Sólo el eco respondía sus gritos una y otra vez. Nada parecía cambiar, por más fuerte que gritara y por más maldiciones que diga.

Se dió cuenta que todo estaba pasando realmente, que el dolor era real, que las sensaciones eran reales, como el dolor de cabeza que cada vez se hacía más intenso, mientras que la sangre de la nariz paraba de salir de a poco y se sentía mareado. Decidió entonces agacharse a examinar el objeto con el que se había tropezado. Era blando, completamente frío. Parecía de tela. Comenzó a tocar con sus manos una especie de tubo de tela blando. Lo recorrió con sus manos, podía apretarlo, estaba muy frío. Llegó a un punto en el que tenía una inflexión. Pudo doblarlo. Continuó más por el tubo, y se dió cuenta que llegaba a un punto donde se ensanchaba, continuó y notó que salía un tubo más ancho y algo irregular. Pudo apretarlo con todas sus fuerzas, sintió cómo se aplastaba, y notó que también era mucho más frío que el anterior. Continuó siguiendo unos cuantos centrímetros hasta llegar a una esfera dura en la punta de ese tubo. La tocó con ambas manos, estaba muy fría. Notó entonces dos pequeños agujeros por donde le cabían los dedos, y en el medio, una pertuberancia que salía unos centímetros hacia afuera. Pero lo que más lo aterró, cuando al fin se dió cuenta, fue el orificio más grande justo debajo de la pertuberancia: Blando y húmedo. Metió la mano dentro y le pareció sentir una especie de gelatina rugosa.

Comprendió entonces, que estaba tocando una cabeza. Una horrible cabeza, conectada a un cuerpo totalmente inerte y frío. Empujó entonces la cabeza en un impulso y en la oscuridad saltó hacia atrás. Quedó en un charco de líquido viscoso que rodeaba al cuerpo. Comenzó a sofocarse, gritó hasta que ya no pudo. Sus pulmones no tenían más aire. Saltó y corrió cuanto pudo, pero todo era en vano. No encontraba una luz, ni una puerta. Todo era paredes que parecían encerrarlo cada vez más. Y así, derrotado, cayó al piso, ya sin aire, jadeando, sintiendo nuevamente el río de sangre que le brotaba de la nariz. Tenía frío. Quiso cerrar los ojos. Los tenía cerrados. Los abrió. O eso creyó.

lunes, 23 de mayo de 2011

Curiosidad Dominguera

Las personas que comen mucho chocolate por día, tienen más chocolate en sangre que las que no.

jueves, 19 de mayo de 2011

Alfalfa

Aquel hombre tenía extraños rituales, dignos de ver en algunas que otras sectas de esas que abundan en la sombra de las grandes ciudades, pero a diferencia de éstas, vivía en un gran campo de alfalfa, dónde las luces no alumbran por la noche. Todas las mañanas, el sol empujaba al negro del cielo para dar lugar a un abundante turquesa que rebalsaba por el horizonte de la llanura. La vista alcanzaba entonces a divisar algunos pequeños ombúes a la lejanía, bandadas de pájaros que cantaban al amanecer y una ruta que dividía al prado en dos, de este a oeste, donde cada tanto refunfuñaba el motor de alguna camioneta vieja, tal vez llevando la cosecha al silo, o incluso algún camión más grande que marcaba su autoridad, imponiendo su potencia que hacía eco en la nada.

Todas las mañanas, exactamente a la seis menos diez, el hombre se levantaba de su catre bien armado. Sin ponerse los zapatos, se dirigía al baño, donde practicaba distintas técnicas de cepillado de dientes: hacia arriba y hacia abajo, hacia los costados, en movimientos circulares y diagonales, etcétera. Cinco minutos después, y aturdido por el frío del campo, se ponía el abrigo marrón, la boina, colocaba un poco de tabaco en una cajita de aluminio y comprobaba que su pipa aún esté en el bolsillo del abrigo. Salía por la puerta de atrás, hacia el campo de alfalfa, donde tenía su tractor estacionado bajo un precario techo de chapas que apenas lo cubría de las despiadadas tormentas que castigaban al suelo cuando decidían caer como elefantes desde el cielo.

Después de unas cuantas horas de recorrer el campo y comprobar que todo esté en su correcto lugar y orden, el hombre volvía a su casa de madera para comer un buen guiso de pato, algunas verduras hervidas o una sopa bien energética, para luego de la siesta iniciar su segunda recorrida.

Era época de lluvias, y el hombre temía por sus plantaciones de alfalfa, aunque también estaba alegre porque vería llover, y la lluvía regaría la tierra, mejorando la cosecha. El espectáculo de la lluvia en medio de la llanura es algo incomprendido para quien vive en la ciudad, y aunque lo vea en primera fila, es imposible que logre encontrarle un verdadero sentido.

En esas ansiadas y detestadas épocas de lluvia, el hombre solía preparar su piloto amarillo. Cuando se aproximaba la fecha del diluvio, comprobaba que su impermeable esté en perfectas condiciones, revisando las costuras y los pliegues en busca de grietas o agujeros. A veces, sólo bastaba con colocar algún pequeño parche o remiendo para que la prenda quede, valga la redundancia, impermeable, lista para soportar aquellas pesadas lágrimas que caían con una gran fuerza sobre él y su dueño.

Cada vez que llovía, el hombre salía a caminar, primero por el campo de alfalfa y luego por la ruta. Hacía siempre el mismo camino, para recordar cómo volver en caso de una emergencia. Siempre y cada vez lo hacía con agrado y satisfacción. Amaba que su simple abrigo plástico lo mantenga seco en semejante tempestad, y obviamente, la lluvia regaba por sí misma los cultivos de alfalfa y le ahorraba mucho dinero y muchísimos días de trabajo.

Pero ese año todo fue distinto.

Era ya el segundo día y aún no había caído ni una gota. El sol brillaba como nunca, manteniendo su posición egocéntrica en medio del cielo, acaparándolo todo con su brillo y quebrando la tierra, ya seca, pidiendo casi a gritos por un poco de humedad.

Una semana había pasado y no había una nube en el cielo. El sol seguía amenazando con destruir la alfalfa, el trabajo de un año. Y no sólo eso, sino que el incendio de los pastizales que rodeaban la pequeña casa de madera era inminente.

El hombre, casi preocupado pero sin mostrar rasgo alguno de debilidad, se sentó en un banco a pensar. Recordó todo su ritual ante la lluvia. Tenía todo preparado. El piloto, el abrigo, el tabaco y la pipa. Pero faltaba la lluvia. Algo dentro de sí, le hizo pensar todo al revés. ¿Qué pasaría si sale con el piloto, como si estuviera lloviendo, pero en pleno sol?

Y en un intento desesperado por salvar sus campos, lo hizo.

Esa mañana se puso su abrigo. Llenó la cajita de tabaco y palmeó en el bolsillo izquierdo de su saco: La pipa estaba allí. Luego fue al armario y agarró el impermeable amarillo. Lo desdobló lentamente y se lo puso, casi con miedo a la herejía que estaba cometiendo. Lo sabía. Pero poco le importaba ya.

Fue entonces que lentamente se acercó hacia la puerta. Cada paso era un mundo. Cada madera chirriaba, como advirtiendo lo peor. Él lo sabía, pero ya estaba decidido a hacerlo.

Se vió cara a cara con la puerta trasera. Tragó saliva. La miró. Agachó su cabeza y logró ver en el picaporte oxidado un pequeño dejo brillante que lo llamaba. No se pudo resistir y cuando quiso arrepentirse, su mano lo había girado. Estaba afuera. Comenzó a caminar hacia el campo de alfalfa bajo el sol de la mañana. Caminó como su ruta habitual de lluvia lo indicaba, sólo que bajo un despiadado sol que parecía del mediodía que amenazaba con quitar cada centrímetro cúbico de agua que poseía dentro de sí.

Logró ver entonces la ruta. Se acercó lentamente, sofocado, gimiendo. Juró para sus adentros que había cometido el peor error de su vida. Aunque logró dar unos pasos, tuvo que caer sobre la tierra metros antes de llegar a la ruta. Sus rodillas levantaron polvo con el que él mismo se atragantó y comenzó a toser, mientras miraba al piso. La única sombra cerca era la de su propia cabeza, y mientras su vista se nublaba y su garganta se secaba al ritmo de su tos, comenzó a ver sus gotas de transpiración caer sobre la tierra seca, esa especie de arenilla sensible que toma la forma de todo lo que la toca. Su transpiración había dejado ya un pequeño charco bajo su cabeza, y él, apoyado sobre sus rodillas y sus brazos extendidos, casi no podía respirar. Pensó en que debía haber esperado unos días más, que realmente se había equivocado. Entonces, su cabeza empezó a transpirar para afuera. Ya no escuchaba ni sentía con claridad. Su cabeza estaba cada vez más húmeda. Su visión comenzó a oscurecerse. Sintió frío de repente. Estaba completamente mojado.

Alzó su cabeza, y el sol había desaparecido. En su lugar, nubes negras, rayos, y lluvia caían sobre él. Sonrió, como si desde el principio hubiera sabido lo que hacía. Se levantó como pudo y terminó su ruta.

Al volver a su casa, triunfante, pasó por el campo de alfalfa casi saludando a las flores y los brotes que flameaban agradecidos al compás del terrible viento que los azotaba. Ese día llovió. Llovió como nunca antes había visto llover. Dulce y desaforadamente. Se fue a dormir con una sonrisa. Lo había logrado.

Al día siguiente, los primeros rayos del sol le abrieron los ojos. Luego de lavarse los dientes, de ponerse su saco, de llenar la cajita y de verificar la presencia de su pipa, salió al campo de alfalfa por la puerta trasera. Al recorrerlo, notó extraños brotes entre la alfalfa que él conocía, que se erguía impecable en la llanura. Desorientado, revisó. Acarició los brotes nuevos, para darse cuenta que tenían raíces fuertes y firmes. Comenzó a desenterrar una, dos, tres, diez...

Eran batatas. Todas ellas eran batatas.

El hombre, cabizbajo, había aprendido su lección. No desafiaría más a la lluvia.

Decidió entonces, esperar siempre que llueva, y juró jamás volver a salir con su impermeable amarillo un día de sol.

sábado, 14 de mayo de 2011

Carta Abierta

A quien corresponda:

"Estamos cansados de que todo siempre termine bien y que nuestros hermanos sean devorados por las historias que vienen de la cabeza de algún bebedor de whisky capaz de hilar un par de palabras seguidas! Los príncipes jamás de casan con plebeyas, y las princesas nunca se casan con sapos! Eso es todo mentira! Nos repugna ese comportamiento positivo e irreal, que hace que miles de nosotros perdamos nuestro tiempo educando a nuestros hijos, para que luego hechen a perder todo el esfuerzo que hicimos, llevándonos como corderos a un plato repleto de mentiras, engaños e ilusiones baratas. Es técnicamente imposible que un aprendiz de mago pueda enfrentarse y vencer al hechicero viejo y experimentado o a un maldito dragón, y que, además, se quede con la princesa, la chica más linda del reino.

Es absurdo pensar en cuentos de hadas. Las cosas no terminan bien casi nunca, y cuando lo hacen nunca vuelven a ser lo mismo. ¿Qué nos vienen a decir ahora? El príncipe azul del que tanto hablaban, valiente caballero de pelos dorados que logra salvar a la divina princesa raptada por una asquerosa bestia de origen desconocido, fuerza decomunal y tamaño dinosáurico, ese príncipe, luego de casarse con la princesa, se enfiesta todos los días luego del banquete real con diez doncellas a la vez, un caballo, y tres esclavos que obliga a que le laman los dedos de los pies.

¿Es esta la clase de comportamientos que avalamos con tanta inocencia y que ayudan a dormir a nuestros hijos?

Decimos BASTA!

No vamos a tolerar más este tipo de amenazas psicológicas con las que crecen sus pequeños y con los que nosotros sufrimos tantas pérdidas. Deberían entonces, dar lecciones de vida. No siempre el que quiere puede, no siempre el que salva a la chica se queda con ella, y sobre todo, que la vida te patea mucho más de lo que todos creen, y si hacemos que las futuras generaciones sigan creciendo bajo los efectos de estos cuentos alucinógenos, arropados por la inocencia que los caracteriza, todos van a chocar contra una gran pared de concreto, generando así, la autodestrucción del mundo.

Por eso decimos:
- BASTA de pérdidas injustificadas, producto de esas historias baratas.
- BASTA de criar una nueva generación de débiles.
- BASTA de tratar de extinguirnos.

- ¡BASTA DE FINALES FELICES!"

Atte.
Adelina Rufa.


Sociedad de Perdices del Mundo


PD: Ya tendrán más noticias nuestras.

lunes, 9 de mayo de 2011

Cosas que tenés que hacer después de morir

PRÓLOGO
En complemento con el post "cosas que tenes que hacer antes de morir" (Que podés ver ACA), presentamos hoy el paso siguiente. Espero puedan disfrutar del más allá, cumpliendo sus más anheladas fantasías post-mortem.

RECOMENDACIÓN PARA JUGAR EN CASA
Traten de que, una vez difuntos, su casa siga siendo su casa, más allá de los nuevos inquilinos que puedan llegar a habitarla una vez que ustedes dejen de hacerlo en forma física. Hay que enseñarles a estos nuevos dueños que esa casa tenía y tiene dueño y que vamos a prender y apagar la luz hasta que se vayan!

ACLARACIÓN
Yo entiendo que puede generar una gran emoción morir para empezar a hacer cosas de la lista y tacharlas, y así sentirnos realizados, pero mi recomendación es que esperen a que la selección natural haga lo suyo y los lleve al inframundo cuando ella crea conveniente. A lo que voy es... si te matás para empezar a cumplir las cosas de la lista, Paradoenelabismo S.A. no se hace responsable por eso, y más aún! Automáticamente se transforma en el único heredero de todas tus cosas, incluyendo tu vieja.

Entonces:

- Asustar viejas durante la noche.
- Traspasar paredes.
- Cantarle a Gardel.
- Tener un video en youtube (http://www.youtube.com/watch?v=rF73AcmLKH8)
- Tener un perfil en Facebook.
- Cagar a piñas a Casper.
- Cazar cazafantasmas.
- Meterse dentro de las copas.
- Prender y apagar las luces durante la noche.
- Tomarse el Whisky de las heladeras de la gente.
- Salir en las fotos grupales.
- Subir corriendo la escalera al cielo.
- Bajar al infierno en ascensor.
- Hacer ruidos de cadenas.
- Meterse siendo invisible en las habitaciones de las mujeres. (ohh zi!)
- Aprender a tocar el piano.
- Volar!
- Caminar sin miedo por los cementerios.
- Espiar a tus conocidos. Cómo serían sus vidas después de vos.
- Asustar gente en los aviones.
- Aparecer siempre a la misma hora en un lugar determinado, hasta que alguien se de cuenta, y dejar de hacerlo cuando venga con más gente.
- Tener tu propio documental en discovery.
- Incendiar un edificio abandonado.
- Hablar con un chamán.
- Hacer "uuuuuuuuuuuuuuuu" en las noches lluviosas y que parezca el viento.
- Susurrar al oído de alguien durante la noche.
- Mirar a la gente.
- Subirte al colectivo sin pagar.
- Gritar fuerte!
- Abrir y cerrar puertas, cajones y armarios.
- Pisar fuerte sobre piso de madera.
- Salvar un bebé que cae por un precipicio.
- Quedarse parado en un muelle por cien años.
- Caminar por horas durante la noche, sin un rumbo fijo.
- Dejar mensajes subliminales en las canciones cuando uno las invierte.
- Vengarte de los abusivos de la primaria.
- Vengarte de los profesores malignos.
- Vengarte de esos que se vengaron de algo que les hiciste.
- Vengarte de antemano de alguien que seguro te iba a hacer mal.
- Usar la motosierra con impunidad.
- Comer dinamita.
- Explotar (Esta vez sin dinamita).
- Ir a muchos recitales gratis.
- Investigar si existe la atlántida.
- Viajar en el tiempo.
- Dejar de cumplir años.
- ¡Que nadie te rompa las pelotas!
- Preguntarle a Jesús qué onda.
- Teletransportarte.
- Tomar distintas formas, como por ejemplo, aparecer como Mr. T.
- Pedir prestado un cuerpo por una noche en un ritual Umbanda.
- Aparecerle por la noche en la casa al actor de "El Ilusionista" (Edward Norton) y decirle "¿¿DONDE ESTAN TUS ESPEJITOS AHORA??" [ SPOILER ALERT!... ups, muy tarde!, jiji ]
- Dejar mensajes en el ruido blanco de la tele.
- Usar el celular de la gente para llamar a otras personas.
- Aparecer en los espejos de la gente mientras se peinan.
- Asustar.

- Asustar de nuevo.







Y hasta aquí llegó. No porque no tenga más cosas para poner, sino porque tienen que tener un poco de creatividad ustedes y hacer su propio camino una vez que se hayan desviado del camino de los vivos. Tal vez les vaya escribiendo a medida que cumpla estas cosas, luego de pasar al otro lado.


Tal vez.

jueves, 5 de mayo de 2011

Woody Dijo...

"... Es curioso, una vez estaba en un taxi, esto fue hace años... Estába desahogándome con el taxista sobre todo lo que estabas hablando, la vida, la muerte, el universo vacío, el significado de la existencia, el sufrimiento humano... y el taxista me dijo: 'Es como cualquier otra cosa'.


Piénsalo."

miércoles, 4 de mayo de 2011

Pregunta Cósmica

Un voto de silencio, ¿se rompe si chateo por msn?

miércoles, 27 de abril de 2011

Hoy...

Bueno, me llamaron para que suba a recibir los honores, pero no tenía nada preparado. Así que me voy a remitir a las palabras de George Michael, en su época de vedette, que decía algo como "Cumplir años es como que te toquen una teta. A los 15 te gusta, pero después de los 25, no querés saber más nada, te pudrís de que vengan todos los boludos y se te apoyen en el bondi, estás en pedo todo el día y esperás a que te pise un auto mientras cruzás la nueve de Julio con el changuito de las compras." pero bueno, todos sabemos como terminó.

¿Qué festejamos? ¿Un año más de vida? Técnicamente no. El tiempo avanza, tachamos un día más en el calendario y suponemos entonces, que nos queda un dia menos de vida. A menos claro, que tengamos (y lo voy a hacer) un calendario invertido en el que todos los días estén tachados y borremos la tachadura para contar los días vividos. Pero como no es así, nos acercamos más a la muerte que a otra cosa. Y antes de la muerte están, obviamente según las elecciones de cada uno, el pelo, su gran caída, la no panza, la gran panza, los 30, los 40 y su crisis, el medio siglo y su etapa de reflexión, los 60 y su etapa de "uso anteojos que se le rompieron una patita", los 70 y sus quejas, los 80 y sus quejas, los 90, si sos tan guapo como para llegar, y ya cuando te pensás que alcanzás los cien, aparece ese señor encapuchado señalándote y listo. Las llamas. No! No las llamitas simpáticas de las montañas! Las llamas que dan calor eterno y demás cosas que por el momento no me interesan.

En fin, sigamos con esto. Te cae la gente a tu casa cuando vos solo querés dormir. Te dicen que quedás mal si no los saludás porque te vienen a ver a vos. PONELES UNA FOTO EN UN MARQUITO Y DESPERTAME PARA COMER, QUE TENGO QUE PASARME LA NOCHE HACIENDO TAREA! Y es así como te ganás el odio de amigos, parientes, el perro del vecino que había venido a ver qué pasaba, y una paloma que de boluda cayó ahí, pero se quedó por si había torta.

Otro temazo, hit del verano de los cumpleaños, es la torta. Es un clásico poner cara de boludo mientras te cantan el feliz cumpleaños, que dicho sea de paso, ni Piñón Fijo podría haber hecho un tema tan horrible! Cántenme, no se... Stairway to Heaven de Zeppelin, Help de los Beatles, o Si Yo Soy Así de Flema, o mejor! Juguemos a estar todos en silencio mientras vemos los simpsons!! O MEJOR AUN!!! Juguemos a estar cada uno en su casa mientras YO veo los Simpson!

Y bueno, "No hay nada que festejar" diría Vicentico en su gran época. Pero sin embargo, es una buena excusa para empinar un par de vodkitas con los pibes de siempre, despetar en una vereda lleno de barro y volverme a mi casa caminando como si nada hubiera pasado. Eso es un festejo!

Este post podría ir tranquilamente en la categoría Odio, pero vamos a dejarlo afuera para que tenga el protagonismo que se merece.

Aprovecho también la ocasión para avisarles que no es mi cumpleaños. Que ya desde hace unos años decidí no cumplir años, así que desde ese momento tengo 19, no llegué a los 20 aún. Así que aunque el documento diga que nací el 27 de Abril, no quiere decir que vaya a cumplir todos los años! Supongo que llega un momento, igual, que entre la senilidad y la cantidad, perdés la cuenta y lo único que te importa es quedar del orto con un buen Smirnoff. O no?

Si estos párrafos les parecieron colmados de odio... puede que tengan razón.

Los odio a todos.

Que estén bien :)

miércoles, 20 de abril de 2011

¿Existe la amistad entre el hombre y la mujer?

Bueno señores. Para pagar la fianza por caer preso en el post anterior, me dijeron que tenía que juntar plata. Para eso, me hicieron escribir sobre un tema totalmente pochoclero como es este. Ustedes dirán que es un tema ya muy hablado, ya muy escrito. Lo es.


(en realidad lo hice para una materia y bueno, como quien no quiere la cosa lo metí acá en el blog como para hacer lugar... todo suma).


Espero, de corazón, que no lo disfruten.

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¿Existe la amistad entre el hombre y la mujer?

Es imposible para los seres humanos ser totalmente objetivos e imparciales en cualquier ámbito. Todas nuestras elecciones dependen así, de nuestros gustos, influenciados por experiencias que tuvimos, por cosas que nos pasaron o simplemente, por la cuestión de "me gusta o no me gusta" (en estos días muy popular gracias al señor Caralibro). Y es así, que por este proceso de selección con el que inconscientemente lidiamos a diario, elegimos a nuestras amistades. Claro que todas las mujeres querrían ser amigas de Brad Pitt, y los hombres amigos de Pamela Anderson en su mejor momento, y en eso se basa la amistad entre el hombre y la mujer, un juego de idas y vueltas, donde casi siempre hay más vueltas que idas, si es que hay alguna ida realmente.

Es imposible pasar diez horas al día con alguien del sexo opuesto y jamás emitir un juicio de valor: si es lindo o no, o si te gusta o no (aunque la mayoría de las veces ese juicio nunca salga de los rincones más recónditos de nuestra cabeza).

De todas formas, es muy distinto en el hombre y en la mujer. El hombre sueña con una amiga exhuberante que lo invite a su casa a estudiar (entre comillas) y sueña una fantasía que casi nunca se cumple. La mujer, en cambio, busca a su compañero ideal, aquel con el que pueda en un principio hablar por teléfono diez horas seguidas, y al cabo de un tiempo casarse y tener hijos. Imaginan un príncipe vaya uno a saber de qué color, mientras que el hombre no deja de pensar (como China Zorrilla en una película que no me acuerdo el nombre) en qué habrá debajo de esa remera. ¿Será de verdad? ¿Estarán hechas o será puro push-up? Se preguntan. Y casi siempre todo esto queda en la imaginación.

Como decía Freud (aparte de ser homosexuales y pervertidos de nacimiento), somos seres que tenemos un gran poder sexual, desde la infancia, con los primeros meses de vida, buscamos el placer sexual por el placer mismo. Al crecer y no poder satisfacer plenamente nuestros deseos sexuales (como los conejos), lo acumulamos y luego lo disipamos y hacemos fluir mediante nuestras actividades cotidianas como el estudio, el trabajo, etcétera. Para Freud, la energía sexual impulsa nuestras vidas y una reunión de estudio entre un hombre y una mujer, solos en una casa, tiene una bomba de hidrógeno llena de tensión sexual, que muchas veces amaga con caer y destrozarlo todo. Pero no cae siempre, porque estamos limitados por la duda, la timidez o quién sabe qué otra cosa.

Es por eso que la amistad entre el hombre y la mujer (desde ahora "L.A.E.E.H.Y.L.M.") es como pie grande. La leyenda cuenta que existe... hay miles de personas que aseguran haberla visto y conocerla. Y de vez en cuando, el amigo de un amigo del tío del cuñado de un amigo afirma haber tenido contacto con ella. Pero uno, por experiencia propia nunca tuvo el placer.

Es simple. L.A.E.E.H.Y.L.M. existe. Hasta que deja de existir.

domingo, 17 de abril de 2011

¿Qué hacer cuando te piden el DNI para ver la foto?

En este mundo apresurado, de idas y vueltas, de tecnología salvaje y capitalismo absurdo, es necesario para el orden de nuestra sociedad tener una pequeña libretita que diga nuestros datos, por si un día viene un Terminator a buscarnos y nos pulveriza y justo llegamos a salvar ese pequeño pedacito de nosotros que dice cómo nos llamamos, de dónde somos, dónde vivimos, y si votamos a Perón o no (Si, para los que no sabían, los documentos tienen una marca de agua que se ve sólo con avanzados aparatos que pocos pueden entender, en el que dice si votaron a Perón o no, y en caso que hayas nacido en años d.P. {después de Perón} posee un microchip instalado que, mediante complejos algoritmos desarrollados por la NASA, y a través de nuestro comportamiento en un lapso de tiempo determinado, este chip puede deducir si lo hubiéramos votado o no).

Más allá de estos completísimos sistemas que caben en un pequeño librito hecho a medida para que encaje en el bolsillo trasero del jean, tenemos un dato muy particular que puede ser objeto de cuestionamientos, irritaciones y golpes en la cara a mucha gente: La foto.

Es sabido que a nadie le gusta su propia foto del DNI, es como si las cámaras de la gente que las saca tuvieran caca en el lente y hagan que siempre todos salgan mal (más allá que a mi me dijeron "mirá el sticker de garfield de tu izquierda" y PUM!!! me sacó la foto el desgraciado).

El problema no es tener esa pequeña barra de plutonio en el bolsillo. El problema entonces, es sacarlo a la luz estando en compañía de alguien, y que por un acto de inercia pura te lo pida para ver la foto. Siempre te pueden agarrar desprevenido: Pagando con tarjeta de crédito/débito (donde tener que mostrar el dni), ordenando las cosas que tenés en la mochila, sacándotelo del bolsillo un instante porque te jode para sentarte, etc.

Es ahí cuando tu mente empieza a pensar "y ahora qué hago?". He aquí, señores, una lista de pequeñas artimañas para poder así, evitar el ridículo y escapar triunfante de la situación:


- Gritar "Mirá! Un mono de tres cabezas!" señalando hacia atrás, a lo Guybrush Threepwood (ídolo de mi infancia) y salir corriendo cuando se den vuelta.
- Decir "NO!" (esta opción puede dar lugar a una gran insistencia que termine en un crimen de esos que te declaran inimputable por desequilibrio mental)
-Salir corriendo, sin más. (Definitivamente, una de mis favoritas).
-Sacar un encendedor y prender fuego el DNI (ATENCIÓN: Efectos secundarios! Luego de elegir esta opción puede verse obligado a levantarse un día a las cuatro de la mañana para hacer la fila en el registro civil).
-Buscar la motosierra que siempre llevamos en la mochila y amputar alguna extremidad de la otra persona. Tal vez eso le haga olvidar la situación.
-Decir y mantener bajo cualquier circunstancia que te olvidaste el DNI en tu casa (por más que ya lo hayan visto).
-Decirle en ese momento que están regalando pases gratis para el backstage de gran hermano (nadie podría resistirse...)
-Empezar a correr alrededor de la persona, dando vueltas en círculo hasta que se canse.
-Repetir todo lo que diga, hasta que se irrite y olvide el tema.
-Convencer a la otra persona que nuestro DNI tiene una antigua maldición vudú (y sacar del bolsillo unos cuantos alfileres y algún muñeco).
-Llamar a la policía o a algún guardia de seguridad cercano, diciéndole que quieren violar nuestra intimidad.
-Pegarle una piña en la cara e irse caminando.

Y si nada de esto funciona, así como en el cuento de la buena pipa, lo que tenemos que hacer es aplicar el método infalible que pondrá en posición defensiva al atacante. Sólo basta con decir: "Bueno, pero mostrame el tuyo primero".

ACLARACIÓN MUY IMPORTANTE: He tenido quejas de que estos métodos no funcionan. Yo sé que no son del todo ortodoxos, pero están científicamente comprobados...
El problema es que si le tiraste una molotov y rompiste el vidrio de un banco, y un policía te apresa y te pide documentos, dudo mucho que si le decís "mostrame el tuyo primero" lo vayas a convencer. Para eso hay que aplicar otras técnicas más complejas que incluyen facas, granadas de clústeres, tumberas, y los pibes de la 14. Pero no lo vamos a detallar en este momento porque la CIA está entrando por mi ventana. Esos tipos solo se suben a sogas y saltan por las ventanas... para mi que tienen un convenio con el gremio de vidrieros, o no conocen las puertas.

En fin. Cuando pague la fianza volveré.

Volveré.

Volveré.

V.