lunes, 26 de enero de 2015

Adentro

Me adentré en sus ojos para conocer sus pupilas, y me vi inmerso en un mar oscuro. Las lágrimas colmaban las paredes, el piso, el techo, sin embargo todo era un vacío infinito, sin paredes, ni piso ni techo.

El aire salado se filtraba entre mis poros y algunos rayitos de luz me despeinaban como un láser al pasar zumbando cerca de mi oído.

Hasta que ahí estabas, luego de avanzar hacia esa pequeña estrella que al principio lindaba el horizonte, parada, mirando lentamente hacia ambos lados entre tanta oscuridad.

Pero no te creí y me acerqué. No te creí y avancé más rápido que nunca.

Por eso te tuve en frente y te supe una ilusión.

Así que como un rayo de luz, me adentré de nuevo en tus ojos.

domingo, 18 de enero de 2015

No Podemos Mirar Lo Que No Podemos Mirar

Dicen que hay una foto que no puede ser vista. Que todos los claveles se secarían si alguien lo hiciera, que el sol se apagaría.

Dicen también que hay curiosos que al intentar verla se les endurecen los párpados, se les secan los pies, se les caen los labios.

Dicen a veces que esa foto aún se guarda en un negativo, que jamás fue revelada. Dicen también que hay tres copias, pero sólo una produce el efecto. Dicen que las otras dos sólo te darían sed, y que al tomar un río aún no saciaría.

Dicen que mirar el negativo es aún peor que sus copias.

Dicen que fue tomada por un fotógrafo que no perteneció a ningún país, que no era sino del viento, y que se escondía en la arena por la angustia. Dicen que lloraba de dolor todos los días que terminaban anaranjados. Dicen que murió sin saber su propio nombre.

Dicen que sus últimas palabras fueron "Hola, buenos días".

viernes, 16 de enero de 2015

En un silencio

Casi no te puedo ni hablar, porque estás tan lejos como la mayoría del tiempo. Estás quieta, pero avanzas a velocidades increíbles, recorrés mil universos y volvés, tan distante, con tantos idiomas, tantas imágenes, que volvés a desaparecer como desaparece la niebla con el sol, como se van disolviendo las lunas nuevas.

De repente no entrás en vos, sos otra, sos vos, sos miles. Y ahí estás, como un maniquí desnudo, plástico, no entrás en mi. Ya no cabés en la casa, en la manzana, excedés. Me desmembrarías si sólo intentaras verme. O tal vez me desmembraría yo, sólo por poder verte.

No se, tal vez sea mejor quedarnos callados.