viernes, 24 de abril de 2009

Un día a la mañana

Suena el despertador. Lo apago. Vuelve a sonar. Lo apago. Espero con los ojos cerrados que vuelvan a pasar esos terceros cinco minutos, para que vuelva a sonar y me TENGA que levantar, casi a la fuerza. A veces, no la mayoría, pero varias veces, la impaciencia me gana y pienso.. "y si no suena más?" y me fijo... y falta un minuto, entonces me apuro para dejar de nuevo el celular en la mesita de luz con el brazo, y rápidamente volverme a tapar para cerrar los ojos y pensar que ese minutos son diez horas.
Sin embargo... suena... y no pasaron diez horas!
Me levanto, aún medio dormido, mientras pendo el velador si es que no lo prendí, para que se caliente mi collar de metal que siempre dejo en la pantalla (en invierno el collar se pone MUY frío y me da escalosfríos cuando toca la espalda, recién salida de la calidez del acolchado). Mientras decido que ropa ponerme, proceso que a veces dura diez segundos, y que nada tiene que ver con el gusto por la ropa (que de hecho, el mío es malísimo), sino con la disponibilidad en ese momento, camino por la habitación revolviendo el armario. El proceso que me transforma en una persona vestida, tarda alrededor de veinte segundos, con zapatillas y todo (el abrojo en lugar de los cordones simplifica las cosas).
Bajo las escaleras, saludo a mi mamá que siempre está tomando mate, sentada en la mesa del comedor, entro al baño, me miro al espejo y pienso "la puta madre!! mi pelo está por todos lados!", así que primero hago mis necesidades, después me mojo el pelo, tratando de que quede humanamente achatado por una vez. A veces lo logro... otras no tanto, pero cualquiera sea el caso, salgo del baño, y voy a acomodar mi mochila. Cuaderno, cutter, regla, carpeta de folios, lapicera, billetera, llaves, auriculares, celular. Me preparo la leche con chocolate (indispensable para no morir en el camino), la tomo, saludo nuevamente a mi madre, abro la puerta y me voy.

Y bueno, esta es la INTERESANTE historia de TODAS mis mañanas, y todo pasa en media hora... desde las siete, que suena por primera vez el celular, hasta las siete y media, que ya estoy en la parada del colectivo. Vale aclarar que de siete a siete y cuarto, todavía estoy en la cama.

Bueno... seguro les aclaré la duda que siempre tuvieron, de qué mierda hago a la mañana!!!
(Noten que hablo en plural, como si miles de personas leyeran esto xD)

Chas

4 comentarios:

agus dijo...

a mi me pasa exactamente lo mismo cuando tengo que levantarme a esa hora... me voy a tener que empezar a acostumbrar si es que quiero un trabajo como la gente u.u
beso pablix. y feliz cumplesaños de nuevo :D

Ana dijo...

yo (desgraciadamente) necesito una hora para todos esos menesteres... un bajón...

Unknown dijo...

Ana: Una hora?!! Es muchooo!!

Anónimo dijo...

Yo tmb necesito una hora para todo eso...vestirme, ir al baño, desayunar, charlar con mis perros y saludar doblemente a mi madre!! jaja

Rouz