martes, 8 de mayo de 2012

Espejo Gris


El espejo no reflejaba. Simplemente no funcionaba más. Un día su dueño se despertó como todas las mañanas, y al lavarse los dientes notó que no veía su usual cara de dormido escupiendo espuma sabor mentol. Pensó que seguía dormido, y trató de despertar, pero todo era demasiado real. No estaba durmiendo, sólo estaba ante un espejo roto. Pero no roto de quebrado, no roto de haber estallado en mil pedazos y de haber rociado de siete años de mala suerte al agresor. Se había roto su alma, su función. El espejo se había cansado de su trabajo sin descanso, de las veinticuatro horas de actividad - porque los espejos reflejan absolutamente todo el tiempo, mientras haya un pequeño rayo de luz -. Obviamente era más fácil reflejar una habitación vacía, quieta, que un área concurrida con continuo movimiento. Era mucho más trabajo, más cansador. Todo más impredecible.

Pero ese día, el espejo simplemente se cansó. Se cansó de reflejar lo que veía sin tener una personalidad propia, se cansó de ser el camaleón de la realidad, una puerta transparente pero cerrada a un universo paralelo y sobre todo, se cansó de ver la cara de su dueño todas las mañanas, chorreando espuma blanca y verde por la boca, que caía y caía como un perro enfermo, sin ánimos de guardar un poco de prolijidad o de sutileza.

El espejo simplemente se había jubilado, por decisión propia. No había buscado otra pared para poder tener otra perspectiva, se había simplemente apagado. Pero un espejo que no refleja, ya no es un espejo, y eso es justamente de lo que no se percató. De golpe, se dio cuenta de que ya no era un espejo, sino una insípida plancha de metal opaco que no podía reflejar. Había perdido su esencia, su trabajo, su alma. Pero por fin podría descansar, fuera de los tornillos del mueble del baño de aquel oscuro y pequeño monoambiente.

10 comentarios:

Yashira dijo...

Pues mira, es una buena reflexión la que al final hace el espejo, cuando te agotas y desconectas, pierdes tu esencia, dejas de ser tú, a él parece ser que le compensaba esa situación; menos mal que a nosotros, de momento no.

Un besito desde mi mar,

omar enletrasarte dijo...

muy ingenioso y metafórico
saludos

Anónimo dijo...

Muy buenas comparaciones, me encantó!
:)
Bss espejados :)

Duquesa de Katmandu dijo...

Uy, que rica la gelatina... me gusta la de cereza.
Gracias por pasar por Nepal, me gusta tu blog, sigo leyendo...

beso

Unknown dijo...

Yashira: No nos volvamos grises! :(

Omar: Gracias!!

Gitana: Gracias, un placer :)

Duquesa: Lea todo lo que quiera, que yo en katmandu pongo una carpita y paso seguido.

José A. García dijo...

Espejo camaleón de la realidad...

¡Excelente definición!

Saludos

J.

Unknown dijo...

Gracias José! Me alegra que te haya gustado! :)

Azul es lejos dijo...

Nah, yo tengo la teoría de que en el espejo se ocultan un montón de personas en 2D con almas propias que se turnan para aparecer cuando me acerco. Te lo juro, les pagan. Si las mirás bien, podés notar alguna que otra diferencia entre una y otra... estoy convencida.

Bird dijo...

Dice "El espejo no reflejaba. Simplemente no funcionaba más. Un día se despertó, como todas las mañanas", quizá esté mal empleado, pues pensé que hablaba del espejo, obvio no, por sentido común, pero es un pequeño error en tu narrativa, es excelente hasta que no te topas con eso.

Unknown dijo...

Azul Es Lejos: Serían como los Agentes Smith de Matrix? Es una buena teoría!

Bellarte: Gracias por la corrección. Ahí lo cambié. Me faltaba el sujeto de la oración! Un abrazoo!